En rueda de prensa en la sede nacional del PP, Gamarra se refirió así a que la ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, llevará este martes al Consejo de Ministros el anteproyecto que derogará la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) y que aprobará un nuevo sistema en España.

Celaá ya tenía lista y avanzada esta reforma legislativa, pues el texto es el mismo que ya presentó hace un año en la reunión ministerial y que no pudo prosperar al disolverse las Cortes por el anuncio electoral del 28 de abril. Ahora, el nuevo Gobierno de coalición entre PSOE y Podemos ha decidido repescarla e incluirla entre las primeras leyes que impulsará este año, que según el calendario del Ejecutivo contará con 92 nuevas leyes.

Gamarra subrayó que para el PP los ejes fundamentales de toda reforma educativa pasan por “garantizar la pluralidad y el consenso” a la hora de avanzar en las modificaciones que sean necesarias y que posibiliten “garantizar la excelencia y la calidad de nuestro sistema”. En este sentido, consideró que “no es el camino adecuado imponer una reforma educativa” y hacerlo “a espaldas de la mitad de la sociedad española”.

“Están a tiempo de retirar ese proyecto de ley que mañana quieren aprobar y que nos sentemos y toda la comunidad educativa se siente a trabajar sobre esos acuerdos necesarios”, demandó la vicesecretaria de Política Social de PP. Dicho esto, tendió la mano al presidente del Gobierno y le ofreció un decálogo “por la libertad educativa”.

Este decálogo aboga por garantizar la libertad de elección de las familias para elegir centro educativo, apostar por una evaluación pública y estatal, apoyar el castellano como lengua vehicular, reformar la alta inspección educativa potenciando las competencias sancionadoras contra el adoctrinamiento y reforzar las asignaturas troncales, recuperando la Filosofía y apostando por la enseñanza de las nuevas tecnologías.

Igualmente, el PP piensa que “se tiene que aprender la misma Lengua, Historia y Biología en todas las regiones” y apuesta por el bilingüismo en inglés y trilingüismo en comunidades con lengua propia para que los jóvenes salgan preparados para competir en cualquier país del mundo.

El partido de Pablo Casado también defiende la educación concertada, especial y en el entorno rural, además de proponer un MIR educativo para seleccionar a los mejores profesores, impulsarla FP dual, impulsar la gratuidad progresiva de la educación de 0 a 3 años y “fomentar la conciliación, acabando con el obligatorio presencialismo laboral”.