Lo dijo en la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados, en respuesta a una pregunta del diputado de Vox Manuel Mestre, quien le inquirió sobre los planes que tiene el Gobierno en relación con este tipo de militares.

Robles dejó claro que para el Gobierno la defensa nacional y las Fuerzas Armadas son una “cuestión de Estado” y los efectivos que las componen, una “prioridad”. Por ello, se comprometió a poner en marcha el acuerdo dimanante de la subcomisión de tropa y marinería que data de 2018, animando a Vox a sumarse a él.

Este texto, apoyado por el PSOE, el PP, PNV y UPN y que contó con el rechazo de Unidas Podemos y Cs, elude reformar la ley de tropa de 2006 y descarta una moratoria en el despido de los militares temporales a los 45 años. No obstante, reconoce defectos en la aplicación de esa norma y para subsanarlos prevé la creación en cuatro meses de una comisión interministerial para implicar a otros departamentos, como Transportes, Presidencia y Hacienda, y a las comunidades autónomas, además de 40 medidas para abordar la situación de estos militares.

La ministra cifró en 2.078 el número de Reservistas de Especial Disponibilidad (RED) procedentes de la escala de Tropa y Marinería que, al cumplir su compromiso con las Fuerzas Armadas, perciben una asignación de 648,43 euros, compatibles con cualquier otra prestación.

Por ello, apostó por dos vías para encarar el futuro laboral de este personal de las Fuerzas Armadas: una basada en la formación y otra apoyada en la firma de convenios de colaboración con empresas y administraciones públicas, como la reserva de plazas en Renfe o de policías locales en los ayuntamientos, y empresas privadas.

También recordó que Defensa está estudiando las fórmulas jurídicas que hagan posible recuperar servicios actualmente externalizados -jardinería, limpieza, vigilancia- para evitar que los militares pertenecientes a la Escala de Tropa y Marinería con una relación de carácter temporal abandonen el servicio a los 45 años.

Por su parte, Mestre dijo que le emociona observar el “cariño” que profesa la ministra a las Fuerzas Armadas, si bien le afeó que tanto su actitud como la de los ministros de Defensa que le precedieron se resume en la siguiente máxima “te quiero perrito, pero pan poquito”, un chascarrillo que incomodó a Robles.

Por último, explicó que su formación ha registrado en la Cámara Baja una proposición no de ley para evidenciar la “alarmante situación” en que se encuentran estos militares.