Caso Villarejo

Declaran en la Audiencia Nacional los detectives relacionados con la extorsión al juez Urquía dentro del `caso Villarejo´

MADRID
SERVIMEDIA

El juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón tomará declaración este lunes a los detectives privados detenidos el pasado miércoles por su presunta relación con el intento de extorsión al juez Francisco Javier Urquía, que se investiga en la pieza número 6 del `caso Tandem´ sobre las actividades del excomisario José Manuel Villarejo.

En total, están citadas cuatro personas, tres son detectives privados y la cuarta es una persona relacionada con ellos. Tras ser detenidos la pasada semana quedaron en libertad pero imputados en esta causa.

La conocida como `pieza Pintor´ investiga el supuesto encargo a Villarejo del empresario Juan Muñoz, esposo de la periodista Ana Rosa Quintana. En esta pieza se investigan delitos de revelación de secretos, encubrimiento y extorsión.

La Fiscalía entiende que los detenidos formaban parte de la red de Villarejo que se valía de su posición como funcionario público para hacer trabajos encargados por empresas y particulares. En este caso, el entramado del excomisario realizó grabaciones en las que se acreditaba las relaciones 'peligrosas' del juez Urquía, cuando era magistrado en Marbella.

Las grabaciones se habrían realizado en 2006 supuestamente con la ayuda del traficante de armas Monzer Al Kassar. Un año después, Urquía fue expulsado de la carrera judicial por aceptar dinero de uno de los investigados de la 'operación Malaya'.

Villarejo, en prisión preventiva desde hace más de dos años, habría grabado al juez en una fiesta celebrada en 2006 consumiendo cocaína y practicando sexo con dos mujeres. En la investigación están implicados el empresario Juan Muñoz, su hermano y dos abogados suyos por presunta extorsión. Los empresarios habrían contratado al comisario en prisión preventiva para buscar debilidades de un deudor con sus empresas y hacerle pagar.

Ese empresario tenía como abogado al entonces exjuez Urquía. De ahí que Villarejo ofreciera el vídeo a los hermanos Tamara con el argumento de que era mejor atacar a la defensa del empresario. Durante años, la versión de los implicados fue que el vídeo había sido grabado por el CNI y que habría llegado a sus manos.

(SERVIMEDIA)
24 Feb 2020
SGR/gja