Así lo afirmó el cardenal en un acto en la sede de la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada en Madrid, en el marco de la campaña ‘Yo contigo, Venezuela’ impulsada por esta entidad y que denuncia la grave situación que vive la población venezolana, entre quien la Iglesia católica “es la institución más valorada”.

“No puede ser que se diga una cosa y luego otra”, añadió Porras, que ve “un interrogante” en las relaciones entre España y Venezuela tras la llegada al Gobierno español la coalición de PSOE y Podemos, mientras el de Nicolás Maduro “está buscando sus aliados para tener salida y recursos”, advirtió.

“Hay algo que toca a la realidad española con estos incidentes, con esa visita intempestiva de la vicepresidenta del Gobierno que ha dado a una serie de declaraciones muy contradictorias”, añadió, poniendo sobre la mesa algunos elementos “para entender la situación”: “La enorme falta de credibilidad y confianza” del equipo de Maduro, “porque las intervenciones siempre son muy mediatizadas y la manipulación es muy creciente”.

En este punto, el obispo denunció que en su país “el 85% de los medios están muy politizados y la prensa libre está muy amenazada porque hay una serie de cosas que no se pueden decir ni denunciar”.

“Esta falta de confianza y credibilidad presenta un rostro cosmético. Pasó hace poco tiempo aquí en Fitur. Quienes pudieron ver el ‘stand’ de Venezuela se pregunta de qué país están hablando”, agregó.

SITUACIÓN INSOSTENIBLE

El prelado, que también es presidente de Cáritas Venezuela, recordó que entre cuatro y cinco millones de personas han abandonado el país, y que la situación social es insostenible, con la carestía de alimentos que provoca desnutrición infantil, la inseguridad, la falta de educación y servicios básicos, que vulneran los derechos humanos.

Durante su intervención también subrayó que muchas de las personas que dejan Venezuela, principalmente mujeres y niños, acaban siendo víctimas de trata y explotación y tráfico de órganos y denunció que la venta de armas “no son para disparar al Imperio, sino a la población”.

“Quizás, la mayor orfandad que hay es la de afecto, porque los mayores que quedan están solos. Por eso ha aumentado el número de suicidios, de enfermedades mentales, depresiones”…

SALIDA DEMOCRÁTICA

Por todo ello, el cardenal Porras urgió a una “salida democrática, pacífica, que no sea ni con un mensaje bélico ni ver de cómo nos eliminamos unos a otros”. “Nos necesitamos todos. Los males que tenemos no es castigo de Dios, ha sido nuestro propio egoísmo que nos ha llevado a eso”, indicó, a lo que también habría contribuido “la falta de una preparación mayor para no emocionarnos con tanto populismo que está haciendo tanto daño en estos momentos”.

Hace un mes, la Conferencia Episcopal Venezolana, en una “carta fraterna” insistió en denunciar la “emergencia humanitaria” que vive el país americano, una situación “moralmente inaceptable, caracterizada por el menosprecio a la dignidad humana, pues viola el derecho fundamental a la vida, a la educación, a la salud, a la integridad y al desarrollo”.

“Ante la declaración de normalidad que las autoridades y medios de comunicación del gobierno proclaman y difunden, denunciamos su falsedad y cinismo”, critican los prelados en su carta, subrayando la “desnutrición infantil, la destrucción del aparato productivo y el crecimiento de una especulación agobiante y la corrupción intolerable” que vive el país por culpa de “un régimen totalitario e inhumano”, para lo que piden “libertad, justicia y sana convivencia”.