La entidad lusa EuroBic gestionaba al cierre del pasado año un volumen de negocio de 11.699 millones de euros: siendo 5.198 millones de ellos en crédito y otros 6.148 millones de euros en depósitos.

La entidad atiende a 266.670 clientes, a través de 184 sucursales y con sus 1.482 empleados. Al cierre del pasado año su tasa de morosidad se situaba en el 6,4%, según datos facilitados por Abanca.

La operación refuerza a Abanca en el mercado luso, donde en 2018 adquirió el negocio minorista de Deutsche Bank, que alcanzaba un volumen de 6.500 millones de euros y estaba especializado en banca personal y privada.

Con el negocio de Deutsche Bank incorporó 41 oficinas, en su mayoría ubicadas en Lisboa y Oporto, 330 empleados y 100 agentes externos, además de una cartera de 50.000 clientes. Con esta operación actualmente tiene 71 puntos de venta en Porgugal, con 500 colaboradores y más de 80.000 clientes.

Abanca es ahora uno de los principales bancos ibéricos, además de la entidad líder en el noroeste de la Península Ibérica. Cuenta con cerca de 800 oficinas repartidas por 11 países de Europa y América y un equipo formado por más de 6.000 profesionales.

La entidad gestiona un volumen de negocio de 85.079 millones, 36.792 millones en préstamos y 48.286 como recursos de clientes. La mora y su cobertura se sitúan en el 2,8% y el 57,5%, respectivamente. La entidad cerró el pasado ejercicio 2019 con un beneficio neto de 405 millones de euros y una rentabilidad (ROE) del 10%.

En los últimos años ha seguido una carrera de operaciones corporativas tras adjudicarse NCG banco –fruto de la fusión de las antiguas cajas gallegas- en subasta pública. En 2014 integró Etcheverría; en 2017 adquirió Popular Servicios Financieros, y en 2018 Deutsche Bank PCB y el negocio español de Banco Caixa Geral.

El presidente de Abanca, Juan Carlos Escotet, desveló el interés por EuroBic durante la reciente presentación de resultados de la entidad, siempre que pudiese adquirir una participación accionarial superior al 75%.

La entidad salió al mercado después de que la empresaria angoleña Isabel do Santos, que controla el 42,5% del capital de manera indirecta, desvelase su intención de desinvertir en el banco.