Deporte y discapacidad

El Cermi exige a Sanidad que los productos para la práctica deportiva entren “por fin” en la prestación pública ortoprotésica

MADRID
SERVIMEDIA

El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi) ha pedido al Ministerio de Sanidad que la futura reforma del real decreto que establece la cartera de servicios comunes del Sistema Nacional de Salud incluya “por fin” los productos que permitan el ejercicio de una actividad deportiva regular, para que las personas con discapacidad no se vean excluidas del ejercicio físico.

Esta es una de las reivindicaciones que plantea la plataforma representativa de la discapacidad en España ante la consulta pública puesta en marcha por el Gobierno con el fin de recabar propuestas de la sociedad civil, para posterior valoración ante la próxima reforma de la Cartera Básica de Servicios del SNS.

En opinión del Cermi, se debe tener en cuenta el material ortodeportivo, incluyendo las sillas de ruedas de uso deportivo de más general extensión y aceptación, para permitir y promover la actividad deportiva (base y de alto rendimiento) por parte de las personas y deportistas con discapacidad.

Asimismo, el Comité apunta que “en ningún caso han de operar criterios de exclusión alternativa, como a veces ha ocurrido en esta prestación a la hora de su prescripción o dispensación, del tipo que la amputación o agenesia, por ejemplo, ha de ser bilateral para que el producto sea concedido”.

PERSONALIZACIÓN

Por otro lado, la entidad, que valora positivamente las mejoras que se introdujeron en 2019 en el catálogo de prestaciones ortoprotésicas, considera que se debe seguir avanzando hacia el objetivo de la personalización, para que se dispense al paciente que necesita la prestación ortoprotésica más adecuada a su situación vital. Para ello, hay que tener presente factores como la edad; las condiciones genéricas de salud y funcionamiento; si realiza actividades formativas o laborales; su contexto o entorno de apoyos (familia, etc.); radicación en medio urbano o rural, y las necesidades de autonomía personal, entre otros.

Además, reclama que siempre se escuchen las necesidades y preferencias del paciente para que no sea un “sujeto pasivo”, así como que más profesionales sanitarios puedan realizar aportaciones en el proceso de prescripción.

El Cermi también insta a “superar las resistencias y miedos, tan presentes estas últimas décadas en los gestores del SNS (estatales, autonómicos e institucionales), hacia la oferta de nuevos materiales ortoprotésicos que proporciona el continuo avance tecnológico y termina suministrando el mercado”. Así, señala que se han de incluir los productos de más avanzada tecnología y más intensidad de prestaciones, susceptibles de una más precisa personalización en función de la realidad vital del paciente a quien se le prescriben.

Por último, defiende que los productos que se incluyan en la prestación pública ortoprotésica han de valorarse económicamente en términos monetarios ajustados a la realidad de la oferta del mercado, “sin rebajas o reducciones de valor/precio artificiales, pensadas solo desde un enfoque economicista de puro ahorro, sin tener en cuenta el fin y propósito de esta prestación. Huyendo del despilfarro y de la asignación anárquica de recursos económicos siempre escasos, los precios han de estar alineados con la situación del mercado en cada momento”.

(SERVIMEDIA)
03 Feb 2020
DMM/gja