Sánchez, un mes de grandes medidas eclipsadas por la refriega política

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El Gobierno que Pedro Sánchez presentó el pasado 12 de enero, primero de coalición en España desde la II República, ha comenzado su andadura con medidas que pretendían tener gran impacto en la población, pero que se han visto en parte eclipsadas por la refriega política.
Después de un cierre de 2109 lleno de incertidumbres, el primer mes de este año se ha cerrado con un Ejecutivo con ministros de PSOE y Unidas Podemos, que ha buscado actuar como un mismo equipo.
En sus primeras acciones, el nuevo Gobierno revalorizó las de pensiones del 0,9% para 2020; aprobó una subida del 2% del salario de funcionarios; y elevó el salario mínimo interprofesional (SMI) hasta los 950 euros.
Iniciativas que tienen un impacto en más de una decena de millones de ciudadanos y que han traído aparejada la recuperación del diálogo social. Todas estas acciones estaban previstas por el Ejecutivo anterior, pero Podemos quería ponerles su sello tras alcanzar La Moncloa.
Sin embargo, además de la reacción por las consecuencias del temporal ‘Gloria’, el Gobierno ha tenido que hacer frente a los vaivenes políticos y judiciales en Cataluña y a todo lo referido a Venezuela. A lo anterior se ha sumado la controversia por algunos nombramientos, como el de la exministra de Justicia Dolores Delgado como nueva fiscal general del Estado.
POLÉMICA SOBRE VENEZUELA
La cuestión de la política venezolana ha estado muy presente en el debate político de estos primeros días de 2020. Por un lado, ha estado la decisión de Sánchez de no recibir oficialmente al presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, quien realizó una gira por Europa que le llevó a verse con los responsables de Francia, Alemania y Gran Bretaña.
El hecho de que Sánchez decidiera no entrevistarse con Guaidó sirvió a la oposición para atacar al jefe del Ejecutivo. Además, miles de expatriados venezolados convocaron una concentración en Madrid en apoyo al presidente encargado de su país.
A esta cuestión se ha sumado el encuentro que el ministro de Transporte, José Luis Ábalos, mantuvo con la vicepresidenta del Ejecutivo venezolano, Delcy Rodríguez, en el aeropuerto de Barajas.
La sucesión de información complementando versiones anteriores sobre este episodio, que aún continúa arrojando nuevos datos, alentó a la oposición incluso a llevar ante la Fiscalía al ministro y número tres del PSOE.
TORRA Y LA MESA DE DIÁLOGO
Pero en este primer mes, la cuestión política en Cataluña ya ha mostrado que será el verdadero condicionante de esta legislatura.
La decisión de la Junta Electoral Central, ratificada por el Tribunal Supremo, por la que Quim Torra perdió su condición de diputado en el Parlamento catalán, agudizó la crisis entre los partidos independentistas y evidenció la desunión del Govern catalán.
Torra optó por anunciar adelanto electoral para después de la aprobación de los presupuestos autonómicos, aunque sin fecha, esa cita con las urnas no será antes del 17 de mayo.
Esa jugada llevó a Moncloa a moverse y confirmar que se mantenía la entrevista entre Sánchez y Torra para el 6 de febrero en Barcelona, pero ciñendo a cuestiones “urgente” los temas a tratar.
Pero su intento de condicionar la agenda incluso postergando la ‘mesa de diálogo’ sobre Cataluña para después de los comicios autonómicos enfadó a ERC. La formación de Oriol Junqueras es el socio necesario del PSOE en Madrid para aprobar en los Presupuestos Generales del Estado, cuya tramitación se prevé en paralelo a la posible campaña electoral en Cataluña.
RUFIÁN Y LA RECTIFICACIÓN
El enfado en los republicanos fue tal que el Gobierno tuvo que corregir y asegurar que la mesa de diálogo sería “antes” de las elecciones catalanas, algo que se produjo tras una reunión en Moncloa entre Sánchez y el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián.
Ese cambio de posición de Moncloa, así como que finalmente Sánchez y Torra vayan a hablar de todo en la reunión del jueves, marcará el inicio del nuevo mes.
Febrero comenzará con la apertura solemne de Cortes y una semana en la que se recuperará la actividad normal del Congreso con plenos, sesiones de control, y presencias de los ministros y presidente, especialmente de los que también son diputados y necesarios, por tanto, para las votaciones.
La agenda del presidente se llenará así también de más actos de lo que ha tenido este mes de enero, circunscrito a recepciones en Moncloa- ya sea la firma del SMI como las felicitaciones a selecciones de balonmano y waterpolo- y a los viajes para comprobar las consecuencias de ‘Gloria’ y al previsto del Foro Económico Internacional de Davos (Suiza).
(SERVIMEDIA)
02 Feb 2020
MML/nbc