Durante su estancia en Madrid, Barnier también mantendrá una serie de encuentros con la ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya; el secretario de Estado para la UE, Marco Aguiriano; y la vicepresidenta y ministra de Economía, Nadia Calviño.

En todos esos encuentros el negociador jefe de la UE para el 'Brexit' pulsará la opinión del Gobierno español sobre las cuestiones que tienen que abordarse en dicha negociación y el punto de vista que debe defender Bruselas en la misma.

Este viernes el Reino Unido saldrá de la UE tras 47 años de pertenencia al club comunitario. Tras la confirmación del 'Brexit', se iniciará un periodo transitorio que culminará el próximo día 31 de diciembre, con posibilidad de prórroga de uno o dos años que tiene que ser solicitada por el Reino Unido antes del 1 de julio.

El primer ministro británico, Boris Johnson, ya ha comentado que no piensa solicitar dicho periodo de prórroga, pero en el seno de la UE se considera imposible alcanzar un acuerdo de tamaña envergadura en menos de un año. De hecho, algunos Estados miembros, España entre ellos, creen que las negociaciones podrían ser más largas, poniendo como ejemplo el hecho de que los acuerdos de libre comercio con Canadá y con Mercosur se fraguaron tras 9 y 15 años de negociaciones, respectivamente.

Durante las negociaciones sobre el acuerdo de salida, la UE consideró fundamental el mantenimiento de los derechos de los ciudadanos y de los operadores económicos -3,5 millones de europeos viven en el Reino Unido y 1,5 millones de británicos residen en suelo comunitario- tras el 'Brexit'. Y ese objetivo se ha logrado, como lo evidencia el hecho de que todos los ciudadanos registrados, al igual que quienes se registren en ese tiempo, conservarán intactos sus derechos el resto de su vida.

También se mantendrá incólume el reconocimiento de las cualificaciones profesionales y el mecanismo de protección de la propiedad intelectual. A su vez, no se producirán modificaciones en materia de pesca ni de seguridad y política exterior.

Por su parte, el Reino Unido no podrá celebrar nuevos acuerdos con terceros sobre materias exclusivas de la UE durante el periodo transitorio, salvo autorización expresa de Bruselas.

De cara a la relación futura, Bruselas ha decidido mantener centralizada la negociación en un equipo negociador encabezado por Barnier, quien reporta directamente a la presidenta de la Comisión, Ursula von der Layen, y se mantiene en contacto permanente con el Alto Representante de Política Exterior y Seguridad Común, Josep Borrell, además de con el comisario de Comercio, Phil Hogan.

También tiene la potestad de establecer una serie de mesas para tratar con los distintos comisarios asuntos propios de su competencia.

El próximo lunes, día 3 de febrero, la Comisión presentará a los 27 el borrador con las directrices de la negociación, que deberán ser ratificadas el 25 de ese mes en una reunión del Consejo de Asuntos Generales.

La negociación, que se llevará a cabo en ciclos de tres semanas, comenzará el mes de marzo y concluirá el 31 de octubre para que hasta diciembre ambas partes tengan tiempo de ratificar el acuerdo resultante.

Ante esa negociación, Johnson ha presentado un nivel de ambición bajo, mientras que la UE se ha fijado como objetivo un acuerdo ambicioso basado en cero tarifas, cero cuotas y cero 'dumping'. No obstante, Bruselas será muy exigente para evitar la competencia desleal por parte de un vecino tan cercano.