Son algunos de los puntos que detalló en la sede de la CEE en Madrid el presidente de la Subcomisión Episcopal para la Familia y Defensa de la Vida y obispo de Bilbao, Mario Iceta, al que acompañaron dos matrimonios que han participado en la elaboración de este itinerario que la CEE propone a las diócesis. Precisamente, el prelado recalcó que el material ha sido elaborado “fundamentalmente” por esos matrimonios asesores.

“Huimos de la visión idealista del matrimonio, porque no existe”, indicó el obispo en referencia a las crisis que siempre existen en las familias, poniendo en valor el “esfuerzo gigante” que ha hecho la Iglesia en los últimos 50 años “por poner en el centro de su pastoral la familia”. “La Iglesia es consciente de la fragilidad de las familias quiere responder a los retos reales que tiene”, agregó.

El responsable episcopal de las familias, subrayó que “según las estadísticas, a los cinco años se han roto el 40% de los matrimonios y a los 15, el 60%”. Por ello, consideró que “la preparación al matrimonio no es un elemento administrativo, ni un papel, es una necesidad vital. ¿Para qué vas a la autoescuela? Para no chocar cuando conduzcas, no es que sea obligatorio, es que es una insensatez no haber ido. Lo que vas a hacer es algo tan importante, que como fracase hace mucho daño. Hay que prepararse por propia responsabilidad, es una necesidad vital para que no haya eventos como violencias y rupturas que causan tanto sufrimiento”.

El itinerario de la CEE, que no sustituirá a los cursillos prematrimoniales (inmediatos a la boda católica) y completaría la formación afectivo-sexual de adolescentes que promueve el Vaticano desde hace años, puede llevar a que los novios concluyan, incluso, que no quieren casarse, o que no quieren hacerlo con esa persona, según resaltó el obispo.

El material, también explicó, surge de la “necesidad de acompañar a los jóvenes que quieren casarse” y es fruto de una “petición” de preparación a ese fin a través de una “pedagogía” del matrimonio, fomentando “la calidad y no la cantidad”, aunque serán las iglesias locales las que disciernan “el modo” de la preparación de los novios.

Los temas abordan cuestiones como la comunicación, la fidelidad, la sexualidad, resolución de conflictos, la espiritualidad en el noviazgo y el proyecto de vida familiar. A partir de esos temas, las parejas podrán encontrar herramientas que los matrimonios que han diseñado el itinerario creen cruciales e, incluso, permitirían detectar posibles problemas. En nombre de esas familias, Francisco Albalá indicó que “hay más formación para usar un robot de cocina que para casarte". "Necesitas más tiempo, que se nos expliquen cosas que en el día a día vas a usar y ayuden a madurar las etapas del amor”, concluyó.