Este nombramiento coincide con la celebración católica de San Juan Evangelista y el decreto, según indicaron fuentes eclesiales a Servimedia, estaría firmado el pasado 30 de noviembre. El de arzobispo de Toledo va acompañado del título honorífico de obispo primado de España, que se suele conceder a quienes llevan las riendas de una circunscripción antigua y emblemática en la Iglesia como es la de Toledo.

Según datos de la diócesis de Coria-Cáceres consultados por Servimedia, Francisco Cerro nació el 18 de octubre de 1957 en Malpartida de Cáceres y estudió Bachillerato y Filosofía en el Seminario de Cáceres y completó los Estudios Teológicos en el Seminario de Toledo, su nueva ciudad de destino.

Por lo tanto, el nuevo arzobispo tiene relación con su nueva iglesia particular, pues también fue ordenado sacerdote el 12 de julio de 1981 en Toledo, donde desempeñó diversos ministerios.

Se licenció y doctoró en Teología Espiritual en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma con la tesis ‘La experiencia de Dios en el Beato Fray María Rafael Arnáiz Barón (1911-1938). Estudio teológico espiritual de su vida y escritos’ y es autor de más de 120 publicaciones de estilo didáctico, dirigidas principalmente a la formación espiritual de los jóvenes. Algunos de sus libros han sido traducidos a varios idiomas (francés, italiano, portugués) y muchos de ellos van por la cuarta o quinta edición.

Cerro también es miembro fundador de la Fraternidad Sacerdotal del Corazón de Cristo, a la que pertenecen más de 400 sacerdotes, e imparte ejercicios espirituales por toda España y Latinoamérica, materia en la que es un gran experto. Precisamente, esa advocación, la del Sagrado Corazón, marca su trabajo pastoral.

Es obispo de la diócesis de Coria-Cáceres desde el 2 de septiembre de 2007. En la Conferencia Episcopal preside el Comité Nacional del Diaconado Permanente y es miembro de la Comisión Episcopal de Misiones y Cooperación entre las Iglesias y de la Comisión Episcopal del Clero.

‘A MANDAR’

Cerro tomará el relevo a Braulio Rodríguez (Aldea del Fresno, Madrid, 27 de enero de 1944), que presentó su renuncia al Papa, como es habitual, al cumplir los 75 años.

A principios de diciembre, según explicó el hasta ahora arzobispo de Toledo en una reciente entrevista a Cope recogida por Servimedia, el propio Francisco mantuvo un encuentro con él en el que ambos hablaron de la renuncia. Rodríguez le espetó al Santo Padre: “Como decimos en Castilla, ¡a mandar!”.

El actual arzobispo primado, que ya ha superado las tres décadas como prelado, fue ordenado sacerdote en Madrid, el 3 de abril de 1972. Posteriormente, según la información publicada por el Arzobispado de Toledo, fue consagrado Obispo de Osma-Soria, el 20 de diciembre de 1987; en 1995 fue trasladado a la sede episcopal de Salamanca, tomando posesión el 9 de julio; en 2002 fue promovido arzobispo de la sede Metropolitana de Valladolid, de la que tomó posesión el 13 de octubre del mismo año, y el 20 de junio de 2003 recibió en Roma el palio de manos del Papa Juan Pablo II; y el 21 de junio de 2009 fue nombrado arzobispo de Toledo, por decisión del papa Benedicto XVI.

Braulio Rodríguez estudió en los seminarios menor y mayor de Madrid, se licenció en Teología Bíblica en la Universidad Pontificia de Comillas y también estudió en Jerusalén. En 1990 alcanzó el grado de doctor en Teología Bíblica por la Facultad de Teología del Norte, con sede en Burgos, con la tesis doctoral ‘El proceso de Jesús ante el sanedrín y la catequesis cristiana primitiva’.

Dentro de la Conferencia Episcopal Española ha presidido la Subcomisión de Familia y Vida, la Comisión de Apostolado Seglar y la Comisión Episcopal de Misiones y Cooperación entre las Iglesias y ha sido vice-canciller de la Universidad Pontificia de Salamanca. Hace unos días, Braulio Rodríguez fue nombrado 'hijo adoptivo' de la ciudad de Toledo.