Así se recoge en su informe de 'Coyuntura Económica' número 71, elaborado a partir de las conclusiones obtenidas en una reunión celebrada el 28 de noviembre, en la que participaron economistas del sector privado y de la Universidad.

De esta manera, España continuará creciendo en 2020 por encima de la media de la eurozona (1,2%), y la mayoría de las previsiones para 2021 dan por sentado que, pese al debilitamiento tanto de la demanda nacional como de la aportación de la demanda externa, la economía española crecerá también algo más que la eurozona.

En consonancia con el debilitamiento de la actividad, se ralentizan también el ritmo de creación de empleo en el sector privado y la reducción de la tasa de paro, y empeoran el saldo por cuenta corriente y la productividad del trabajo.

En cuanto al empleo, las nuevas previsiones son que la tasa de paro alcance el 14,1% este año y el 13,1% el que viene, con la creación de 367.200 empleos en 2019 y 256.000 en 2021. Esto supone que en términos de porcentaje se reduce del 2,2% de 2018 al 1,9% este año y al 1,3% el que viene.

Por otro lado, también se producirá un estancamiento en la reducción del déficit, ya que en 2019 el IEE espera que cierre en el 2,3%, solo dos décimas inferiores al de 2018, y en el 2,2% en 2020.

Además, el IEE advierte de que su “escenario macroeconómico se basa en el mantenimiento de una política económica ortodoxa, ya que, si se revierten algunas de las reformas que tan buen resultado han dado, o se suben los impuestos sobre las empresas, el crecimiento del próximo año puede ser significativamente peor que el planteado en este informe.