La compañía pretende que a finales de año el número de teléfonos instalados en los taxis madrileños sea de 1.000, y "exportar" la idea lo más rápidamente posible a Barcelona y a Sevilla.

La comunicación con cualquier punto de España cuesta 26 pesetas por llamada, más 84 pesetas por minuto o fracción, en el periodo comprendido entre la 8 de la mañana y las 5 de la tarde.

Entre las 5 de la tarde y las 10 de la noche, cada minuto de utilización telefónica cuesta 70 pesetas, reduciéndose esta tarifa a la mitad cuando la llamada se hace entre las 10 de la noche y las 8 de la mañana.

El responsable de la empresa destacó que, además del "inapreciable servicio" que constituye el hecho de tener un teléfono a mano en el taxi, las tarifas son muy baratas.

Carrera señaló que la implantación de este nuevo servicio se debe al acuerdo lcanzado entre su empresa, constituida como mediadora, y la compañía telefónica.

La instalación de este servicio no supone ningún gasto para el taxista, ya que la empresa se hace cargo de todo los costes derivados del propio servicio, excepto las llamadas.

La inversión que precisa cada taxi que solicite el servicio, según Carrera, es la siguiente: 195.000 pesetas el aparato, 35.000 la instalación, 25.000 el alta de la línea y 6.100 cada cuota mensual.

A estos gastos habría que añadir el cost del seguro de toda la instalción y 15.000 pesetas por la dotación de un servicio adicional, que permite contestar el teléfono cuando el taxista no está dentro del vehículo.

Carrera manifestó que son muchos los taxistas que han solicitado el servicio, pese a lo cual la compañía está seleccionando, por cuestiones de rentabilidad, los candidatos más idóneos.

La empresa elige el taxista en función de una serie de criterios, como la antiguedad del taxi y las comodidades que ofrece, como es el aire acndicionado, y, sobre todo, que el vehículo preste servicio durante las 24 horas diarias.