Así consta en el informe de esta agencia de calificación sobre España para el año 2020 publicado este lunes en el que prevé estabilidad en la evolución económica de los gobiernos regionales.

Esta previsión se justifica por una perspectiva de menor crecimiento para la economía española, que reducirá el crecimiento de los ingresos de las comunidades autónomas; los menores costes por intereses “ayudarán a reducir” el servicio de la deuda y el gasto de capital continuará incrementándose.

Además, Moody’s apunta que una reforma del sistema de financiación de las autonomías podría generar ingresos adicionales, pero “es poco probable en 2020 dada la incertidumbre en la política nacional”, lo que significa que “no habrá ingresos adicionales para los gobiernos regionales”.

Del mismo modo, la agencia de calificación considera que la consolidación fiscal de las regiones “continuará, aunque a un ritmo más lento”, y que los ingresos por impuestos seguirán aumentando, en particular los ingresos por IRPF, IVA e impuestos especiales como al petróleo, al gas, al tabaco, la electricidad y al alcohol.

Asimismo, estima “cierta presión para incrementar el gasto de capital” en las regiones y espera que éste aumente del 6,8% al 8% del gasto total al cierre de 2020, destinado principalmente a mantener infraestructuras ya existentes.

La deuda neta total directa e indirecta continuará creciendo y es “poco probable” que se alcance el equilibrio financiero de todas las regiones en 2020.

Moody’s estima que las necesidades de financiación de las comunidades autónomas se mantendrán “elevadas” y las cuantifica en 33.000 millones debido a la deuda que vence en 2020, el 97% del total de dichas necesidades. No obstante, los costes por intereses disminuirán hasta los 3.400 millones el próximo año.

Por otra parte, destaca que las regiones seguirán emitiendo bonos verdes para financiar la educación y la asistencia sanitaria y que los gobiernos españoles son el segundo mayor emisor de bonos sostenibles, tras los ‘länder’ alemanes.