“La mujer siempre ha desempeñado un papel capital en la historia común, aunque fue relegada en época medieval y no adquiriría un mayor protagonismo hasta el Renacimiento y la Edad Moderna”, explicó Cultura, promotor de la exposición. A pesar de todo, muchas damas nobles “desbordaron el rol tradicionalmente asignado” y alcanzaron mucho poder.

Fue el caso de Leonor de Guzmán, Beatriz Galindo la Latina, Teresa Enríquez, Beatriz de Bobadilla, Juana Pimentel -viuda de Álvaro de Luna-, Ana de Mendoza -princesa de Éboli- o Josefa Pimentel, condesa-duquesa de Benavente. También figuran otras menos conocidas como Catalina de Vargas Carvajal, condesa de Castillejo, o Mariana Walstein, marquesa de Santa Cruz.

La muestra explora los secretos de la cotidiana de estas mujeres y la influencia que ejercían sobre sus maridos o los monarcas, así como las claves de su educación, su trasfondo devoto o filantrópico e, incluso, su participación en el mecenazgo cultural y en la proyección en las artes.

El documento más antiguo es un acta de vasallaje entre varias señoras de la villa de Pals (Girona) que data de 1307. El arco temporal de la muestra se prolonga hasta 1925 con una medalla conmemorativa a la duquesa de San Carlos por la creación del Hospital de la Cruz Roja en Barcelona, hoy Hospital Dos de Maig.

El visitante podrá contemplar también concesiones de señoríos como el de Palenzuela a Leonor de Guzmán en 1331, planos, como el de la capilla de Álvaro de Luna en la Catedral de Toledo, sufragado por María de Luna; las licencias para leer libros prohibidos a la marquesa de Tolosa, en 1793; o las cartas de la duquesa de Osuna, que contaba con importantes artistas bajo su patrocinio personal como Moratín, Haydn, Boccherini o Goya.