Desde el partido de los socialistas catalanes que lidera Miquel Iceta, fuentes de la dirección consultadas por Servimedia aseguran que no han modificado su posición y que defienden “lo mismo” que se ha materializado en los últimos años en distintos documentos que han suscrito junto al PSOE, su partido hermano.

De esta manera, reaccionaron después de que la SER informase de que una de las propuestas que los socialistas quieren aprobar en el congreso que celebrarán del 13 al 15 de diciembre es reconocer Cataluña como nación y España como un país plurinacional, además de una reforma federal de la Constitución.

En el documento marco, según la emisora en Cataluña, el PSC argumenta que este reconocimiento de Cataluña como nación y de España como un Estado "plurinacional, plurilingüe y pluricultural" es la forma que tienen los socialistas de entender "la unión y la igualdad en la diversidad". Además, reivindican la reforma federal de la Constitución, no como una "finalidad en sí misma", sino como la vía para "recomponer los consensos rotos y modernizar el país".

Desde el PSC insisten en que se trata de "los mismos principios" defendidos en los últimos años y que han quedado plasmados en la Declaración de Granada (2013), en el 39 Congreso del PSOE (2017) y en la Declaración de Barcelona (2017).

PROGRAMA DEL 10-N

Con mayor o menor protagonismo por parte de los líderes socialistas, empezando por el propio Pedro Sánchez, la plurinacionalidad ha estado presente en el espíritu del partido los últimos años, como prueba su presencia en el programa electoral del PSOE a las elecciones generales del 10-N, pese a que un primer borrador lo obvió.

En él se dice que “el perfeccionamiento del Estado Autonómico y la máxima cohesión territorial. La España autonómica es una España democrática, plural, abierta, europea y moderna, que reconoce la diversidad a partir de la unidad”.

Se apuesta “por una España fuerte y cohesionada, estructurada a partir de la Constitución y de los Estatutos de Autonomía” con la reforma “necesarias para un nuevo impulso del autogobierno” que han sido “concretadas en la Declaración de Granada de 2013 y en la Declaración de Barcelona de 2017”.

CATALUÑA ES UNA NACIÓN

La plurinacionalidad que defiende a ratos con más ahínco Sánchez ya protagonizó parte de las primarias internas del PSOE. En abril de 2017, en plena campaña por recuperar la Secretaría General del PSOE, Sánchez reconoció en Barcelona ante más de 2.500 personas que “Cataluña es una nación y que España es una nación de naciones”.

Esta afirmación fue luego apostillada por la que hoy es ‘número dos’ del PSOE, Adriana Lastra, quién dijo que “la concepción de Cataluña como nación cultural es algo que no es una novedad en el discurso ni de Pedro ni del PSOE” porque “ya lo defendió Gregorio Peces-Barba en la ponencia constitucional, lo defendió Felipe González en artículos de prensa y lo defendió el propio José Luis Rodríguez Zapatero”.

GRANADA 2013

Años antes de la llegada por primera vez de Sánchez al liderazgo del PSOE, los socialistas aprobaron en 2013 “un nuevo pacto territorial”. En la conocida como ‘Declaración de Granada’ consensuada por todas las federaciones del PSOE, incluido el PSC, se pone en valor el sistema de las comunidades autónomas por su “papel protagonista en la construcción del Estado del Bienestar y en la consolidación de derechos y servicios públicos esenciales” y por ser “capaz de integrar en un proyecto común a nacionalidades históricas definidas por sus respectivas identidades políticas, culturales y lingüísticas”.

“En definitiva, -recoge la Declaración- el Estado de las Autonomías, al contrario de lo que creen sus detractores, ha sido el instrumento más eficaz de vertebración nacional y de cohesión social. Ha sido y tiene que seguir siendo uno de los pilares más sólidos de la unidad de los pueblos de España”.

Decían entonces que, frente a los buscan “el retorno a la recentralización y cortar las alas al autogobierno de nuestras nacionalidades y regiones” y “el nacionalismo moderado de Cataluña (que) ha abandonado el terreno de la moderación y se ha pasado al campo del secesionismo” y que “ya no busca la mejor forma de encajar a Cataluña como una realidad específica y diferenciada dentro de España”; el PSOE apuesta por una “reforma en profundidad” del sistema porque “hay realidades que están ahí y no se pueden ignorar”.

“La lucha por la democracia ha estado ligada a la defensa de la diversidad y la reivindicación de un Estado plural y descentralizado; lo cual, por otra parte, es plenamente congruente y respetuoso con su propia formación histórica. España nació de la diversidad, y sólo desde ella es posible garantizar la libertad y la convivencia entre sus pueblos”.

39 CONGRESO

Ese espíritu es el mismo que se recogió en la posterior resolución del 39 Congreso del PSOE, el que ratificó la nueva dirección socialista –la actual- liderada por Pedro Sánchez.

En ella, el PSOE -y también el PSC- propone “una reforma constitucional federal, que mantenga la unidad del Estado, perfeccionando el carácter plurinacional del mismo, y que la soberanía reside en el conjunto del pueblo español, de acuerdo con los artículos 1 y 2 de la Constitución”.

Defienden que “es necesario transitar desde un clima de confrontación a un diálogo leal. Y éste solamente puede realizarse sobre la base” de la “oferta de una España federal, que asegure un mayor autogobierno, la garantía del respeto a las competencias en materia de lengua, educación y cultura, la mejora de la financiación en el marco de la renovación del sistema de financiación autonómica, y el reequilibrio de la dimensión territorial de la inversión pública”.

La resolución que fija la actual política del PSOE afirma que “España es tan diversa como lo son también, en su propio seno, todas y cada una de las nacionalidades que la integran”.

BARCELONA 2017

Con esta línea, Sánchez de nuevo al frente del PSOE, impulsó con Iceta la llamada ‘Declaración de Barcelona’ (julio 2017) que suscribieron las Ejecutivas del PSOE y del PSC. En ella se apunta que “para superar el enfrentamiento entre el inmovilismo del gobierno central y la deriva independentista unilateral es necesario abrir un nuevo escenario de diálogo y propuestas concretas que, como es sabido, en nuestra opinión, debe culminar en una profunda reforma federal, que permita aunar un profundo autogobierno de las entidades territoriales con la unidad de España y el mejor reconocimiento de la realidad plurinacional de nuestro país sin afectar a la soberanía del pueblo español ni a la igualdad de derechos entre toda la ciudadanía, y que a la vez sirva para profundizar en el carácter democrático del Estado y para garantizar su carácter social”.

La propia ‘Barcelona’ recoge el espíritu anterior y afirma que, “como formulamos en julio de 2013 en la ‘Declaración de Granada’, estamos convencidos que la solución definitiva al actual desencuentro pasará por una reforma constitucional que haga de España un Estado federal. En este camino, es necesario avanzar hasta reconocer plenamente su carácter plurinacional”.