En la misiva, firmada por la secretaria general adjunta de la CES, Esther Lynch, y por más de 50 líderes sindicales de 26 países europeos y 9 federaciones sindicales europeas, piden que se apoye su “prevención, protección y reparación, incluyendo que las órdenes de detención europeas transfronterizas puedan emitirse por delitos de violencia contra las mujeres”.

El documento respalda las propuestas de la Comisión Europea para detener la violencia contra las mujeres y recabando el apoyo de la UE para prevenir esta violencia en el trabajo, en el hogar y en la sociedad.

Según refieren, la violencia física o psicológica contra las mujeres “no se detiene en la puerta del hogar de una mujer”, sino que también ocurre “en el lugar de trabajo, independientemente del sector en el que trabajan, su profesión o nivel educativo”.

Los sindicatos denuncian que algunos trabajos son “particularmente vulnerables” como es el caso de las “enfermeras, maestras, cuidadoras, personal de limpieza, transporte, venta al por menor y servicio doméstico y trabajadoras de hostelería”, aunque el problema llega a todos los sectores.

A título de ejemplo indican que el 63% de las trabajadoras del transporte de toda Europa han experimentado al menos un acto de violencia recientemente, una de cada 4 trabajadoras en los Países Bajos ha estado expuesta a la violencia de clientes, usuarios, estudiantes o viajeros o lo han sufrido el 50% de las trabajadoras de la salud en Bulgaria.

“La violencia contra las mujeres debe cesar, y punto”, reclaman ofreciendo su apoyo para combatir el problema. En la misiva, de hecho, indican que los sindicatos y empresarios desempeñan “un papel importante” en su prevención, estableciendo procedimientos “adecuados” para denunciar y registrar la violencia y el acoso en el trabajo, apoyando a las víctimas y sancionando a los autores del abuso.

Para luchar contra esta lacra se suman a Bruselas y reclaman también la adhesión de la UE al Convenio de Estambul contra la violencia hacia las mujeres, además de demandar “mayor apoyo, protección y derechos” para sus víctimas “si el Convenio sigue bloqueado en el Consejo Europeo”.

Instan igualmente a la UE a tomar medidas “urgentes” para alentar la ratificación del Convenio de Estambul por los seis Estados miembros que aún no lo han hecho, en alusión a Bulgaria, República Checa, Hungría, Letonia, Lituania, Eslovaquia y el Reino Unido; y piden la ratificación por todos los Estados del Convenio 190 de la OIT sobre violencia y acoso en el trabajo.

Según defienden, con esa suscripción se “apoyaría con más fuerza la aplicación del Acuerdo Marco de los interlocutores sociales europeos sobre acoso y violencia en el trabajo”.

Entre los firmantes figura la secretaria de Mujeres e Igualdad de CCOO, Elena Blasco, y la secretaria de Internacional y Cooperación de CCOO, Cristina Faciaben; la secretaria general adjunta de ELA, Amaia Muñoz; la secretaria general adjunta de UGT-CEC, Cristina Antoñanzas; y la secretaria confederal de USO, Dulce Mª Moreno Hernández.