En este escrito se condena todo tipo de violencia independientemente de la nacionalidad, sexo, raza o cualquier otra condición social o cultural de la víctima. “Creemos que todas las personas son dignas por el mero hecho de serlo y lo son en toda su integridad, desde su concepción hasta la muerte natural. Por ello, defendemos la cadena perpetua para quienes cometen crímenes sexuales o asesinan a mujeres”.

Pero, según la formación verde, la Violencia contra la Mujer “no se combate regando de dinero público asociaciones privadas de marcado contenido ideológico ni con campañas propagandísticas que criminalicen al varón, sino educando en la familia y en la escuela en el respeto al ser humano y a su intrínseca dignidad”.

“Somos contrarios a la Ley de Violencia de Género porque los hombres y las mujeres son iguales en dignidad y en derechos, tal y como está contemplado en nuestra Constitución, y atenta contra el principio de presunción de inocencia el criminalizar a nuestros hijos, hermanos, abuelos y amigos, por razón de su sexo, mediante tipos penales específicos para los hombres o la creación de tribunales especiales”, señala Vox.

Además, a su juicio, “la ley ha demostrado ser un fracaso y una mera herramienta ideológica con la que confrontar a hombres y mujeres. Los asesinatos no han bajado y los presupuestos para asociaciones y estructuras políticas sí han aumentado”.

Asimismo, Vox rechaza “enérgicamente los abusos continuados y el trato humillante que reciben las mujeres en muchos países donde la trata sexual, el matrimonio forzoso o la ablación son prácticas sistemáticas, que atentan contra la dignidad y la intimidad de la mujer”.

Por todo ello, desde el partido de Santiago Abascal hacen una llamada al resto de formaciones políticas para que “denuncien públicamente la violencia que sufren las mujeres en muchos países, especialmente aquellos que no pertenecen a la civilización occidental”.

Además, que deroguen la Ley de Violencia de Género; “una ley insólita en toda Europa que colectiviza y victimiza a la mujer, vulnera la presunción de inocencia y establece tribunales sólo para hombres en contra de la igualdad constitucional de los españoles”.

También, que se comprometan a legislar a favor de la cadena perpetua “para garantizar que no haya criminales sexuales reincidentes, así como para endurecer las penas contra los maltratadores de mujeres, de niños o de abuelos”.

Por último, piden que los partidos “se comprometan a tomar todas las medidas necesarias para combatir la inmigración ilegal, que fomenta la trata de personas, la explotación sexual y genera inseguridad en los barrios, donde, cada vez más, las mujeres no se sienten seguras”.

En Vox, indican, “creemos en la igualdad de las personas y no aceptamos la colectivización y utilización electoralista que se hace de la mujer”. Por ello, continúan, “proclamamos que todas las víctimas son igualmente lamentables y dignas de respeto, y exigimos medidas de protección para todas ellas, sin distinción por sexo”.

Además, “queremos proteger a la mujer de verdad”. Es por ello, que tiene “muy claro” que la Ley de Violencia de Género es una ley “ineficaz e insuficiente” porque “no ha conseguido frenar las muertes de mujeres y porque sólo contempla a la mujer agredida por su pareja masculina y deja fuera a la mujer anciana, a la mujer menor o a la mujer agredida por su pareja mujer, así como ignora a las víctimas masculinas, al tiempo que culpabiliza al varón, usando en múltiples ocasiones el término de 'violencia machista' y hablando de una 'violencia masculina sistemática y estructurada', convirtiendo al hombre en culpable de facto”.

Así, “creemos firmemente en la necesidad de una Ley de Violencia Intrafamiliar, que proteja de una forma eficaz y suficiente a todos los miembros en situación vulnerable del ámbito familiar, independientemente de su sexo, edad, raza, nacionalidad o religión”, apuntan.

“Una ley cuyos fondos y subvenciones lleguen realmente a las personas que lo necesitan sin perderse por el camino en un oscuro e ideológico entramado de asociaciones, colectivos, observatorios y demás chiringuitos que han convertido el drama de la Violencia de Género en un cruel negocio”, concluyen desde la formación de Santiago Abascal.