La tecnología de SEaB Power consiste en una planta que se instala en el lugar donde se generan restos de alimentos y desechos biológicos para transformarlos en energía verde, agua y fertilizantes.

Así permite reutilizar de manera sostenible los desperdicios orgánicos, evitando la gestión de su traslado y tratamiento y permitiendo al usuario un rápido retorno de la inversión.

Este sistema se comercializa ya en Reino Unido, Portugal, Francia y Estados Unidos, y con la entrada de Enagás se prevé su desarrollo y la fabricación de equipos en España.

La compañía enmarcó la operación en su apuesta por el emprendimiento corporativo y la innovación abierta que realiza a través de Enagás Emprende, así como la apuesta por el desarrollo de las energías renovables no eléctricas, como el hidrógeno verde y biogás/biometano.

“Las energías renovables no eléctricas, la movilidad sostenible, la eficiencia energética y la llamada 'clean technology' son áreas clave en las que Enagás participa para avanzar en la transición energética gracias al desarrollo de nuevos modelos y tecnologías”, refirió el consejero delegado de Enagás, Marcelino Oreja.