Proceden de familias desestructuradas, de entornos de violencia o de situaciones traumáticas y, según los pronósticos de quienes acogen, cada vez son más los que están en centros en lugar de en familias. “España tiene una red amplísima de residencias y profesionales en ellas; si los recursos se destinaran a las familias, la situación sería muy distinta”, sostiene la presidenta de la Asociación Estatal de Acogimiento Familiar (Aseaf), María Arauz, en una rueda de prensa.

Entre las observaciones que dedicó el Comité de Derechos del Niño de la ONU a España en 2018, destaca una en la que reprocha al Gobierno el “elevado número de niños atendidos en centros de acogida” y no en familias, que es la vía que recomiendan la mayoría de organizaciones de infancia y que, según los hogares que acogen, la más sana y segura para los menores.

Para quienes acogen, la situación sería muy diferente si España cambiara el modelo y dedicara más atención a las familias que deciden acoger. “Necesitamos que las ayudas vayan directamente a cubrir las necesidades de los niños, como el colegio, los médicos, el dentista… eso a animaría a que las familias se dispusieran a acoger”, destacó María Arauz.

Raúl Serrano, autor del documental ‘Así crecen los enanos’ sobre menores tutelados, pasó 14 años en centros de acogida de Madrid. Desde su experiencia aseguró que estos niños y niñas que no consiguen ser acogidos en familias “crecen sin referencias, sin cariño y sin atención” y, a veces, dijo, “incluso en entornos tóxicos”.

En su documental, que se presentará próximamente en un congreso que celebrarán las familias de acogida, Serrano recoge las historias de varios niños y niñas que crecen bien en centros de acogida o en familias bajo tutela del Estado. También entrevista a adultos que, como él, han construido sus vidas tras salir de un centro de menores.

Según los datos que maneja la asociación de familias de acogida, entre los años 2016 y 2017 los acogimientos en familias pasaron de 19.641 a 19.004. Para su presidenta, “si a las familias no se les apoya de ninguna manera en cubrir los tratamientos psicoterapéuticos -que muchas veces necesitan los menores-, no basta con la buena voluntad de las personas que les acogen”. Actualmente, el 55% de los que son acogidos en familias están con familias ajenas, mientras que el otro 45% convive con familiares extensos.

“Las familias que acogemos vemos que no estamos contagiando a nuestro entorno cuando estamos acogiendo”, dijo. Además, criticó, existen “muchas falsas creencias, como que te quitan al niño cuando menos te lo esperas para devolverlo a su familia biológica; eso no es así”.

Todas estas familias que crecen en número al acoger a uno de estos niñas y niñas celebrarán el próximo 13 de noviembre un congreso de dos días en el que contarán con expertos en la materia, psicólogos, autoridades, familias y periodistas para analizar la situación del acogimiento en España.