Precisamente las librerías pequeñas son las que más sufren esta tendencia. Esta perspectiva viene a reforzar los datos ofrecidos en el barómetro de 2017, donde ya se estimó una reducción en la cifra de facturación del 1,8%, rompiéndose así la evolución levemente positiva de las ventas entre 2013 y 2016.

Ante este panorama, casi un 45% de los libreros considera que el próximo año va a ser malo para el sector, y apuntan como problemas principales a la concentración de las ventas 'online' por parte de grandes plataformas en Internet y al cambio de hábitos en la población en relación con la lectura y la compra de libros en librerías.

Tal y como recoge este avance, que publica algunos de los datos que se conocerán a través del informe definitivo de Cegal, actualmente existen 3.556 librerías censadas, aunque no es posible establecer una comparativa dados los cambios que ha efectuado el gremio para registrar el número de establecimientos.

No obstante, el año pasado se registraron 3.967 librerías y ya se observó que el número cayó en España entre un siete y un ocho por ciento en una década. Aun así, no se puede comparar el dato de 2018 con el actual, ya que el censo de este año ha eliminado los establecimientos que dedican buena parte de sus ventas a otros productos, como ocurre con algunas papelerías que venden libros.

Ante esta situación, las librerías reclaman mejoras que garanticen la supervivencia del sector, como la puesta en marcha de un plan de fomento a la lectura y de promoción de las librerías, una revisión de las normas de contratación pública para la venta de libros y una mayor unión de todo el sector.

Además, Cegal pide “un pacto de Estado por la lectura que incluya acciones concretas de apoyo a las librerías”, una promesa que, apuntó, “se precisa de forma urgente”. Igualmente, ante la competencia de las grandes plataformas de venta 'online', el sector exige la libre competencia, es decir, “trabajar en igualdad de condiciones, lo que significa entre otras cosas igualdad fiscal”.