Desde el Auditorio Príncipe de Asturias de Oviedo, donde congregó a unas 1.100 personas, Casado agradeció “con mucho cariño” el apoyo de la presidenta de Foro Asturias, Carmen Moriyón, con la que reeditó su alianza electoral de cara a los comicios generales del 10 de noviembre. También se detuvo para dar las gracias a su “querido” Francisco Álvarez Cascos, vicepresidente de Foro, por todo lo que hecho por Asturias y por España.

Casado comenzó destacando “el éxito” de la coalición del PP con Foro “en tiempos en los que el egoísmo, el partidismo, el electoralismo y el cortaplacismo han hecho que la política se convierta no en un arte de hacer lo posible que las circunstancias permiten en cada momento” porque “ese arte ha pasado a una política de vuelo raso y de luces cortas”.

Hasta horas antes de que se cerrase el plazo para las coaliciones electorales, el PP insistió hasta la saciedad a Ciudadanos con España Suma, una plataforma con la que combatir la fragmentación del voto del centroderecha y unir fuerzas antes del 10-N frente a Sánchez. Ante el portazo de partido de Albert Rivera, Casado defendió que “era necesario unirse, abandonar en cierta medida las siglas” e incluso compartir programas y candidaturas con tal de aglutinar el voto.

Aunque no pronunció el nombre de la formación de Rivera en este punto, las alusiones veladas dejaron de serlo en cuanto habló directamente de España Suma. “Se nos dio un portazo” cuando se planteó el 28-A y también para estas elecciones, lamentó. “Si hubiéramos ido juntos, hubiéramos conseguido prácticamente la mayoría suficiente de gobierno y una mayoría absoluta holgada en la Cámara Alta”, recalcó.

Ante la “irresponsable” convocatoria electoral, incidió en que era necesario “juntarnos los distintos en un programa de máximos para España, los que habíamos votado a siglas distintas para decir que hacía falta unir esfuerzos en torno a un proyecto común y compartido”. “Ahora, si no queremos repetir lo que ocurrió en abril, no hay que votar lo que se votó en abril”, avisó.

Tras la negativa de Cs, defendió que “sólo puede apostar por el PP” todo ciudadano que no quiera que Sánchez siga en La Moncloa tras el 10-N. “Quien quiera que siga a Sánchez en este referéndum que se ha organizado, puede votar al PSOE o a Podemos o Cs que ya han dicho que le van a apoyar en la investidura”, alertó de nuevo.

Reconoció que también “se puede hacer uso de esa fragmentación del voto en la derecha que Sánchez está buscando, fomentando y alentando”. Frente a esta estrategia que atribuyó al PSOE, Casado llamó a optimizar esfuerzos para que no vuelva a ocurrir lo mismo que en abril, cuando “750.000 votos que fueron a Vox no tuvieron escaño en abril” o “casi un millón de votos a Ciudadanos” que tampoco lo lograron. Para Casado, la fragmentación es precisamente lo que posibilitará un nuevo Gobierno socialista.

Además, denunció que Sánchez es sinónimo de “bloqueo” porque “no pacta con nadie y quiere gobernar solo o mal acompañado por aquellos que quieren romper España”. Así las cosas, consideró que el secretario general del PSOE debería estar inhabilitado para presidir el Gobierno quien reniega de la existencia de la nación española.

Apeló, por tanto, al voto “urgente y unido” que mantendrá a España cohesionada. En este punto, subrayó que no puede verse como normal que “una panda de violentos agresivos impongan el miedo y pretendan 'bunkerizar' a la Familia Real”, como juzgó que sucedió ayer en Barcelona. Por ello, instó a Sánchez a aplicar la Ley de Seguridad Nacional y se comprometió a retirar el mando de los Mossos a Quim Torra el mismo 11-N si el PP gana las elecciones.

Destacó que “sólo los grandes toreros llevan cornadas en su cuerpo” y reconoció que “el PP ha podido hacer mejor las cosas”, aunque “las ha hecho mucho mejor que cualquier otro partido”. “Desde la barrera no vale opinar, hay que salir a torear y poner orden”, señaló, ante de prometer actuar “con sentido de Estado” y sin que le tiemble el pulso frente a los independentistas.

En materia económica, el presidente de los populares también volvió a decir que España no aguantaría otra crisis más con los socialistas al frente. “Hay que botarles del Gobierno para que la crisis no vuelva a causar estragos”, remachó.

Antes que el presidente del PP, la cabeza de lista al Congreso de los Diputados por Asturias, Paloma Gázquez, presumió de la capacidad de gestión del PP y de su manera de solventar los problemas o sanear la economía. “Somos conscientes de las capacidades, sentido de Estado y realismo con los que afrontas los problemas”, dijo a Casado.

El número dos de la coalición de PP y Foro, Isidro Martínez Oblanca, que no obtuvo escaño en abril, puso como ejemplo de “lo que nos une” esta coalición electoral. Habló de la oportunidad que se abre el 10-N para “poner punto y final a la pirotecnia del PSOE” que acaba por “desertizar y arruinar Asturias”. Defendió, por ende, que la “esperanza” para salir de la “decadencia” llegará de la mano de Casado.

Por último, el alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, advirtió de que con España afronta cuestiones “urgentes” y necesita “salir del atolladero” ya con un Gobierno del PP. Recetó “ambición” a los suyos y llegó a decir que España “tiene prisa” por ver a Casado al frente del Palacio de la Moncloa.