Así lo anunció Naciones Unidas en un comunicado en el que su secretaria ejecutiva de Cambio Climático, Patricia Espinosa, destacó que “nos complace anunciar que la Oficina de la COP ha acordado que la COP25 tendrá lugar del 2 al 13 de diciembre en Madrid, España”.

Este anuncio provocó que la ministra de Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera, afirmara en un mensaje publicado en su perfil de Twitter el “placer” el “privilegio” y el “honor” que supondrá para España acoger esta cumbre en aras de “respaldar y facilitar la acción global” contra el cambio climático.

Ribera añadió que “el multilateralismo progresivo y constructivo es la mejor respuesta a los desafíos mundiales”.

Chile renunció este miércoles a acoger esta cumbre de la ONU debido a la inestabilidad que recorre este país tras casi dos semanas de protestas ciudadanas iniciadas por la subida del billete de metro en la capital.

La violencia callejera se desató el pasado 18 de octubre y la crisis aún continúa. El Senado anuló la subida del precio del billete del suburbano de Santiago de Chile, el presidente del país, y Sebastián Piñera, llegó a declarar que Chile estaba "en guerra" declarando el estado de excepción desde el primer día de las protestas, algo que se suspendió desde la medianoche del pasado lunes. Las revueltas populares han costado la vida a 20 personas y al menos 3.000 han sido detenidas.

La Cumbre del Clima (o COP25) iba a celebrarse del 2 al 13 de diciembre en el Parque Bicentenario de Cerrillos en Santiago de Chile. Hay que recordar que inicialmente la organización correspondía a Brasil, pero el Gobierno de Jair Bolsonaro comunicó el pasado noviembre que renunciaba a albergar el mayor encuentro climático anual.

Ello motivó que ayer el Gobierno español ofreciese Madrid como sede para albergar este evento argumentando que “España considera que la acción multilateral en materia de clima es una prioridad en la agenda de Naciones Unidas y de la Unión Europea, que exige el mayor compromiso por parte de todos”.