Se trata de un cargo bruto de bruto de 978 millones que si no existiese permitiría crecer al resultado un 10,4% y alcanzar los 1.951 millones de euros, según precisó la entidad este viernes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

La rentabilidad del grupo medida en activos tangibles o RoTE se eleva así hasta el 10,1% al depurar también dicha partida.

El coste del ERE tiene un impacto neto directo de 685 millones en la cuenta, pero le permitirá cosechar ahorros a futuro de 200 millones al año.

Solo en el tercer trimestre la entidad detalló que ya ha logrado, de hecho, economizar 32 millones por el ajuste y sus gastos recurrentes han descendido un 1,3% también en el trimestre.

Al margen de este atípico Caixabank detalló que crece en negocio e ingresos. Sus ingresos core –margen de intereses más comisiones -, lograron en el trimestre "su nivel más alto en la historia de CaixaBank por la buena evolución de la actividad comercial" y vinculación de clientes. En concreto, alcanzaron los 6.201 millones, con un avance del 2,9% respecto al trimestre anterior, y representan un 94% de sus ingresos totales.

La apuntada dinámica comercial permitió que el volumen de negocio subiese un 4,4% en el año y totalizase los 609.012 millones de euros.

En particular los recursos con clientes aumentaron un 6,3%, hasta los 381.136 millones, especialmente impulsados por las progresiones del 4% en el patrimonio gestionado en fondos de inversión, carteras y sicavs y del 10,7% en los planes de pensiones.

El crédito bruto a la clientela se situó a su vez en 227.876 millones, con una expansión del 1,4% en el año (del +2,1% en la cartera sana). Por segmentos, el crédito a particulares subió un 1% gracias al impulso del 11,6% en crédito al consumo, mientras que el hipotecario aún descendió un 2,4% por los mayores repagos en familias.

Caixabank detalló que ha reforzado además en 59 puntos básicos su cuota en nóminas domiciliadas, que ya alcanza el 27,4%, y en 33 puntos en ahorro a largo plazo, donde copa un 22%. La entidad tiene más de 8 millones de clientes vinculados en España, y considera digitales al 60,5%.

Traducido a la cuenta de resultados, el margen de intereses creció un 1,3%, principalmente "por el incremento del volumen del crédito y los menores costes de financiación retail e institucional", aunque el margen bruto descendió un 4,2% al menguar un 52,6% el resultado de entidades valoradas por el método de participación.

Su desplome es porque este año ya no cuenta con los resultados del pasado en Repsol después de haber enajenado su participación accionarial y por la reclasificación contable que efectuó de BFA, el banco de Angola de BPI.

Sin considerar ambas aportaciones, el margen bruto crecería un 1,2%. Por su parte, los ingresos por comisiones se redujeron un 1,7% y el margen de explotación descendió un 40,6% tras contabilizar los gastos del ERE.

La expansión del negocio se produjo en paralelo con una mejora en la calidad de los activos, ya que redujo en 61 puntos básicos la morosidad y situó su ratio en el 4,1%. Los saldos dudosos cayeron en 1.242 millones en el año, hasta los 9.953 millones, y la cartera de activos adjudicados se situaron en 914 millones, con una subida de 174 millones en el año.

En cuanto a la solvencia, el ratio de capital más exigente CET1 se situó en el 11,7%, con un aumento de 15 puntos básicos.

Por otra parte, la entidad indicó que está acelerando el plan estratégico y cuenta ya con 416 megaoficinas Store de las 600 que proyecta tener en junio de 2020.