Lo hizo en declaraciones al comienzo de la manifestación convocada por la Asamblea Nacional Catalana y Ómnium Cultural contra la sentencia del Tribunal Supremo que condenó por sedición a la mayoría de los líderes del proceso independentista de 2017.

Aragonés desmintió así, al menos retóricamente, las diferencias que desde Madrid se perciben entre ambos mandatarios y le catalogan a él como más posibilista y menos unilateral.

“Hoy volvemos a llenar las calles de Barcelona con estas movilizaciones cívicas, pacíficas, las que nos dan más fuerza”, apuntó, marcando así distancias con las violentas, “para reclamar la amnistía, la liberación de los presos polítcos, el libre retorno de los exiliados”, y también para “defender la independencia de Cataluña, la república catalana y el reconocimiento del derecho a la autodeterminación como vía para ejercer la democracia en nuestro país”.

A pregunta de los periodistas, insistió en que ese derecho está “avalado por Naciones Unidas” y sólo la “interpretación restrictiva del ordenamiento jurídico” que hace el Estado español lo impide.

“Por muchas sentencias que dicten, por muchos siglos de prisión con que puedan condenar a nuestros compañeros y compañeras, este país seguirá en pie, porque la democracia es imparable”, proclamó. “Nuestra fuerza, el voto, lo ejercimos el 1 de octubre y octubre y lo volveremos a ejercer las veces que haga falta para defender la autodeterminación, la amnistía y la república catalana”.

Ya en castellano, Aragonés criticó que el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, hablara el otro día “de Cataluña y de vergüenza, como si Cataluña fuera una vergüenza”. Para él, “lo que es una vergüenza es aplaudir una sentencia de casi un siglo de cárcel a nuestros compañeros y compañeras por un referéndum”.

También de “vergüenza” catalogó, en referencia a Sánchez, el “entrar por la puerta de atrás de un hospital y bloquear las Urgencias solamente para ver a una parte de los heridos, hostiar a nuestra juventud por hostiar a nuestra juventud, que lucha con una pancarta por los derechos civiles, sociales y nacionales, y exhumar a un dictador que era un genocida entre vítores y vivas a España y a Franco, y ver a un PSOE traicionar a sus siglas”. Aragonés se declaró “convencido de que mucha gente que les vota se siente avergonzada”.