Cae una banda que estafaba mediante la venta de autocaravanas

MADRID
SERVIMEDIA

La Guardia Civil ha desarticulado en Galicia y Castilla-La Mancha una banda dedicada a la venta de autocaravanas, que en unos casos compraban de segunda mano y no pagaban a sus dueños o que alquilaban y colocaban en el mercado como si fuesen suyas.

Según informó este viernes el Instituto Armado, en el marco de la ‘operación Benimary’ han sido detenidas 10 personas, a las que se han intervenido cinco autocaravanas, valoradas en 160.000 euros, que eran utilizadas como gancho las estafas y de las que se habían apropiado indebidamente.

Se han bloqueado un total de 22 cuentas bancarias, de las que siete habían sido dadas de alta a nombres de personas ajenas al grupo investigado, con el fin de recibir los ingresos del dinero procedente de las estafas. Se estima que el beneficio obtenido por la comisión de estos delitos ascendería a un valor total de 171.547 euros

Las investigaciones se iniciaron cuando los agentes detectaron varias estafas en la venta de autocaravanas en la provincia de Lugo. Una vez recabadas las denuncias interpuestas y analizados los datos aportados por las víctimas de los hechos, la Guardia Civil pudo constatar un conexión en el modus operandi a la hora de realizar dichas estafas.

EMPRESAS FANTASMA

Pudo saberse que la trama publicitaba anuncios de ventas de autocaravanas, que inicialmente no poseían, en portales de Internet dedicados a la compra y venta de vehículos. Con el tiempo, esta modalidad de engaño la fueron cambiando con el objetivo de incrementar beneficios económicos. Para ello, los integrantes de la red efectuaban el alquiler de las autocaravanas a personas físicas y jurídicas, tras lo cual vendían estos vehículos como si fuesen suyos.

Para ocultar su identidad, el líder de la organización y sus tres principales colaboradores, hacían uso de empresas inexistentes y de personas físicas ajenas al grupo delictivo. De esta manera, emitían los contratos y facturas.

Para la retirada del dinero, hacían uso de tarjetas asociadas a las entidades bancarias abiertas. Estas entidades tenían contratado con empresas de transporte de paquetería el servicio de entrega de las tarjetas bancarias. Cuando el mensajero iba a hacer entrega de dichas tarjeta, las direcciones o números de teléfono facilitados eran inexistentes, motivo que obligaba a la empresa de transporte a ponerse en contacto telefónico con el cliente para establecer un nuevo lugar de entrega.

(SERVIMEDIA)
18 Oct 2019
NBC/gja