Así se refleja en su actualización del informe ‘Situación España’, en el que explica que el cambio a la baja de la previsión de crecimiento se debe, con un impacto de entre dos y tres décimas, a la revisión a la baja de los datos de actividad realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), al deterioro del contexto internacional y especialmente la desaceleración de la zona euro, lo que tendría un impacto negativo de una décima, y a la tendencia negativa de algunos componentes de la demanda interna.

En este sentido, el director de BBVA Research, Jorge Sicilia, afirmó durante la presentación de las nuevas previsiones que “las tensiones comerciales ya están afectando de manera clara a la actividad” y que esto hace que “la desaceleración en marcha es cada vez más importante”.

En cualquier caso, Sicilia aseguró que “la economía española se encuentra mejor preparada que en otras ocasiones para afrontar un menor crecimiento mundial” ya que “no se perciben desequilibrios importantes y la situación financiera del sector privado es mucho más sólida”. Sobre este punto, el responsable de análisis económico de la entidad, Rafael Doménech, explicó que a diferencia del periodo 2005-2007, actualmente España no registra desequilibrios, teniendo respecto a dicho periodo, una mejor accesibilidad a la vivienda y un menor precio de la misma, un menor endeudamiento del sector privado y menores costes laborales unitarios.

Sobre la composición del crecimiento, el centro de estudios considera que ésta es “menos sólida”, al observar una ralentización de la demanda interna por la mayor debilidad del gasto en consumo de las familias y por la “atonía” de la compra de bienes duraderos.

En el lado positivo, BBVA Research destaca que la evolución de las exportaciones “ha sido relativamente buena” a pesar de la volatilidad de sus componentes, y también subraya la aportación positiva del consumo público y de la inversión en vivienda.

DÉFICIT Y DEUDA

En lo referente al déficit de las administraciones públicas, la entidad estima que en 2019 se reduzca en tan solo dos décimas, situándose en el 2,3%, por encima tanto del objetivo de estabilidad (1,3%) como de la previsión inicial del Gobierno de Pedro Sánchez (2%). Para 2020, BBVA Research estima que, en un escenario sin cambios en la política fiscal que no contempla, por ejemplo, una posible subida de las pensiones, el déficit se reducirá al 1,9%, muy por encima del objetivo del 0,5%.

En este sentido, preguntado por si España tiene margen de maniobra a nivel fiscal, Doménech aseguró que hay un margen “enorme” en cuanto a la eficiencia del gasto público, mientras que, cuestionado por el gran endeudamiento público en comparación con el que España registraba antes de la crisis de 2007, señaló que actualmente, debido a las políticas del Banco Central Europeo, la deuda pública “no es un problema”, pero alertó que podría serlo si la economía deja de crecer y si no se continúa con el ajuste fiscal.

INCERTIDUMBRES

Por otra parte, Doménech señaló que la incertidumbre sobre la política económica es elevada tanto dentro como fuera de España, y aumenta influenciada por un entorno exterior marcado por las tensiones arancelarias y su impacto en el comercio mundial, a lo que se une el aumento en la probabilidad de un Brexit sin acuerdo.

Así, Doménech explicó que, mientras durante la fase de recuperación las exportaciones españolas habían tenido un comportamiento “extraordinario”, desde 2018 se viene produciendo una ralentización significativa de las mismas que no se puede explicar por una pérdida de competitividad o por una debilidad acusada de la demanda de los principales socios comerciales. Por ello, achacó a estas incertidumbres exteriores y a los problemas del sector automovilístico este comportamiento.

Sobre las incertidumbres internas, Doménech subrayó la influencia de la situación política, y apuntó que el aumento de la tasa de ahorro podría reflejar una mayor precaución de los hogares, de la misma forma que la menor inversión de las empresas puede indicar un entorno de creciente desconfianza.

EMPLEO

Según las estimaciones de BBVA Research, España registrará una creación de 750.000 puestos de trabajo durante el bienio 2019-2020 y la tasa de paro se situaría en el 13,3% en el promedio del próximo año. Según explicó el responsable de análisis macroeconómico, Miguel Cardoso, este dato sobre la creación de puestos de trabajo supone una revisión al alza respecto a su anterior previsión, al destacar que durante el primer semestre del año el mercado laboral español tuvo “un comportamiento sólido”.

En cualquier caso, la entidad apunta a una ralentización en la creación de empleo debida a la aceleración de los salarios y el empeoramiento de la productividad, así como a la incertidumbre regulatoria que viven sectores como el automotriz o el de la vivienda. Sobre la subida del SMI, BBVA Research considera que sus repercusiones en el empleo “son limitadas”.

Para Doménech, que recordó en años anteriores la tasa de paro se reducía en dos puntos porcentuales al año mientras que para 2020 se espera que sólo disminuya en unas décimas, la ralentización en la creación de empleo es “una pésima noticia”.