Urkullu manifestó en el acto informativo organizado en Bilbao por Nueva Economía Fórum que no es el Ejecutivo “el que pone vetos”, aunque advirtió de que en la negociación no pondrán sobre la mesa “cuestiones extrapresupuestarias” como las relativas al nuevo Estatuto.

El dirigente del PNV hizo referencia a la situación de minoría en la que se encuentra la alianza de PNV y PSE en el Parlamento vasco. La falta de acuerdos con una tercera fuerza obligó al Ejecutivo a prorrogar las cuentas del presente ejercicio, algo que podría volver a ocurrir en 2020 ante las reticencias de la oposición al proyecto del gabinete de Urkullu.

Sin embargo, el lehendakari afirmó este lunes que todavía hay espacio para el acuerdo. “Nuestras puertas están abiertas a los tres grupos parlamentarios —apuntó—. No es el Gobierno vasco el que pone vetos”. Sin embargo, destacó que no se negociarán “cuestiones extrapresupuestarias” como “algunos grupos aducen”. En este punto señaló directamente al PP, que según Urkullu el año pasado se dejó llevar por el “resquemor” producido por la moción de censura contra Mariano Rajoy, que fue apoyada por el PNV, así como por las bases de nuevo estatus acordadas por los nacionalistas y Bildu en el marco de la ponencia de autogobierno.

“El año pasado intentamos una negociación hasta el último minuto con la formación política que dijo tener una disposición al acuerdo —afirmó Urkullu—. No conseguimos el acuerdo con ninguna de las tres”. Por otro lado, lamentó que “alguna formación ya se ha descolgado voluntariamente” de la actual negociación, aunque se mostró dispuesto a “seguir hablando” con todas las fuerzas de la oposición y “recoger planteamientos”, si bien puntualizó que se guiarán por “el principio del realismo”.

FISCALIDAD MÁS ATRACTIVA

Preguntado sobre la importancia de dotar al territorio de un “marco fiscal más atractivo”, el lehendakari recordó que la última reforma, que fue acordada por PNV, PSE y PP, entró en vigor el 1 de enero de 2018, de forma que todavía es pronto para conocer en su totalidad sus efectos. En cualquier caso, consideró que es necesario “sentarse a reflexionar” sobre los retos que quedan por delante como son el abordaje de una política de gasto público con los actuales recursos, y las transformaciones demográfico-social, digital, y ecológica.

El líder nacionalista avanzó que “la clave es anticipar las respuestas” para realizar “un diagnóstico y decidir una estrategia compartida” en el País Vasco. En este sentido, afirmó que el Gobierno autonómico “mira al futuro atendiendo a las tendencias sociales y las transformaciones que van a incidir en las condiciones de calidad de vida y bienestar.

En este punto hizo alusión a las “oportunidades” del País Vasco para seguir “construyendo juntos un país en la vanguardia de los países más avanzados de Europa”. Recordó que el Gobierno autonómico cuenta “con un rumbo definido por la Agenda 2030 y los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible”, y apostó por profundizar en el concepto de “Euskal Hiria”, un “territorio inteligente dotado de infraestructuras y servicios conectados con una visión integral”. “La clave es contar con una sociedad viva y dinámica, una ciudadanía que cree en el valor del esfuerzo individual, la solidaridad y el trabajo compartido por un bien común”, afirmó.

En todo caso, asumió que existen “problemas” que abordar en el futuro, entre los que nombró la precariedad laboral, la brecha salarial, los altos niveles de pobreza, la emisión de gases de efecto invernadero, los bajos índices de natalidad y la lacra de la violencia machista.