Marlaska se refirió a esta cuestión al inaugurar en Madrid una jornada sobre la prevención y el control de los ciberdelitos en colectivos vulnerables, que estaba organizada por la Fundación Círculo de Tecnologías para la Defensa y Seguridad.

En su intervención, el ministro aludió a que las acciones ilícitas en la Red llevan una tendencia ascendente en los últimos años, de manera que si esta actividad delictiva suponía en 2011 el 2,1% del total de infracciones penales, en el año 2018 subió al 7,0%.

El titular de Interior se refirió a que, dentro del ámbito de Internet, las estafas afectan mayoritariamente a hombres, mientras que las mujeres son las principales destinatarias de la violencia de género en la Red, al tiempo que menores y ancianos también son colectivos vulnerables.

Asimismo, Marlaska se refirió a que “los terroristas adoctrinados por Internet” pueden ser incluidos dentro de estos “colectivos vulnerables”, ya que con el “trabajo policial y judicial hemos podido detectar que en muchas ocasiones las personas que acaban simpatizando e incluso incorporándose a grupos de extracción yihadista son personas en situación de vulnerabilidad social, incluso menores, a los que células encargadas de la captación les ofrecen falsas soluciones para sus problemas”.

MALOS TRATOS EN INTERNET

El ministro añadió que “para remediarlo y así desactivar un peligro para la seguridad de todos”, entre las “líneas de acción” Interior está “el trabajo de prevención, destinado a evitar que esas personas, en su mayoría jóvenes, repito, sean víctimas de ese trabajo de captación”.

Al mismo tiempo, Marlaska se refirió a que en 2018, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad registraron 84.607 victimizaciones por ciberdelitos. La mayoría correspondían a hombres de 26 a 40 años víctimas de fraudes informáticos, un delito que supone el 80,2% de las infracciones totales por Internet.

Sin embargo, las mujeres superan en porcentaje a las víctimas de sexo masculino cuando se trata de hechos relacionados con delitos sexuales, el acceso e interceptación ilícita, los delitos contra el honor y la falsificación informática. Esto refleja que, en el ámbito digital, los delincuentes replican las pautas de acción de la violencia de género, especialmente en lo referente a delitos sexuales, donde encontramos que el 71% de las víctimas son mujeres.

Marlaska añadió que las víctimas menores de edad son más vulnerables a otros hechos delictivos muy graves, en concreto a las amenazas y coacciones que coloquialmente se agrupan bajo las etiquetas de 'ciberbullying', y al engaño pederasta o ‘grooming’.

Además, dentro de este tramo de edad, el ministro se refirió a que “se produce un hecho especialmente preocupante, que es que las victimizaciones de las mujeres menores de edad duplican a las de los menores de sexo masculino, lo cual refleja una doble vulnerabilidad absolutamente inaceptable”.