"Era antes de Errejon", remarcan fuentes socialistas consultadas por Servimedia después de que se publicasen los datos del CIS que mantienen al PSOE como primera fuerza pero perdiendo apoyos.

En el seno del PSOE, próximos al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, sostienen que las encuestas se han quedado "viejas" mientras no recojan la irrupción de Errejon y, sobre todo, cuando se conozca en qué circunscripciones se presenta la candidatura de Más País.

Hasta entonces, remarcan varias fuentes, no vale ningún sondeo sobre el comportamiento de los ciudadanos. También apuntan que las preguntas a los ciudadanos se realizaron antes de conocerse que habría una nueva convocatoria electoral para el 10-N. No obstante, desde La Moncloa subrayan que el PSOE y Sánchez siguen muy por delante de los demás partidos y líderes en la preferencia para los ciudadanos.

Por otra parte, destacan otras fuentes que, en lo relativo a la sesión de investidura de julio, son muchos más quienes creen que el líder que más esfuerzos hizo para formar gobierno fue Sánchez (27,7%) que quienes piensan que fue Iglesias (17,9%) el que más se esforzó.

BATIBURRILLO

Por su parte, el secretario general del Grupo Parlamentario Socialista, Rafael Simancas, optó por la “prudencia” antes los datos del CIS porque todavía restan 40 días para cita con las urnas.

En declaraciones en el Congreso, quiso destacar como “dos grandes conclusiones” del barómetro y “todas” las encuestas publicadas que el PSOE gana y “duplica” al segundo partido y que Pedro Sánchez es el “favorito”.

El dirigente socialista ahondó en la idea de que el PSOE “gana con claridad” las elecciones, sin ahondar en el detalle del número de escaños para la gobernabilidad, y que los encuestados apuestan por “avanzar hacia un gobierno progresista y estable”.

Según Simancas, conforme se avanza al 10-N se “aclaran las opciones” para los electores en tres escenarios: “una derecha triada, caracterizada por la corrupción, los recortes y los flirteos con los ultras nostálgicos del franquismo”; “un batiburrillo de peleas, divisiones, escisiones y ajustes de cuentas entre ‘errejonistas’ y ‘pablistas’”; y la opción del PSOE de “avanzar para un gobierno coherente, estable, eficaz para conquistar bienestar, derechos y libertades”.