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El Santander saneará 1.500 millones en la filial británica por el Brexit y su regulación bancaria

- El deterioro en el fondo de comercio afectará al resultado atribuido aunque descarta impacto en el capital y ratifica la política de dividendos

- El banco incorpora a la banquera británica Pamela Walkden como consejera independiente en sustitución de Carlos Fernández

MADRID
SERVIMEDIA

El Santander va a reconocer en sus cuentas un deterioro de 1.500 millones de euros en el fondo de comercio de su filial británica por el impacto de la regulación bancaria en aquel mercado y “de la incertidumbre generada por el Brexit en el crecimiento económico" en el Reino Unido.

El ajuste lo anunció esta noche tras la reunión de su consejo de administración, que ha ratificado su compromiso de “mantener un payout sobre el beneficio atribuido ordinario del 40-50%” y ha aprobado remunerar al inversor con 0,10 euros por acción en concepto de primer dividendo con cargo al resultado de 2019.

El saneamiento lo efectuará con cargo a las cuentas consolidadas del grupo en el tercer trimestre y restará beneficio atribuido, aunque “no afectará a su resultado ordinario, al valor contable tangible por acción del Grupo ni a sus compromisos con los clientes”, aclaró el banco.

Asimismo, precisó que tampoco alterará la ratio de capital de máxima calidad CET1 del Santander, al encontrarse los fondos de comercio excluidos de su cálculo, ni prevé que afecte a la generación de los flujos de caja “ni a los objetivos a medio plazo del Grupo anunciados en el Investor Day celebrado el pasado 3 de abril en Londres”.

Las razones del deterioro responden a “un cambio en las expectativas para Santander UK”, sobre todo, por los efectos de la exigencia británica de separar el negocio de banca minorista de la banca de inversión. En su caso y según ha detallado, implica un aumento de activos en la sucursal de Londres de aproximadamente 40.000 millones de euros y dispara los costes al duplicarse algunas funciones, con la consiguiente “disminución en la capacidad de generación de beneficios de Santander UK”.

Pero no se agota ahí, según reconoce en el comunicado, apuntando al Brexit: “El ajuste también es resultado del incremento en la presión competitiva en Reino Unido y del impacto de la incertidumbre generada por el Brexit en el crecimiento económico del país”, reconoce el grupo financiero.

Sin embargo y pese al revés en Reino Unido, la entidad subraya que mantendrá su política de remuneración al inversor. El primer dividendo que entregará con cargo al beneficio de este ejercicio de 0,10 euros por acción es la misma cuantía abonada por idéntico concepto el pasado año entre los meses de agosto (0,065 euros) y noviembre (0,035 euros). La razón es que este año se reducirá de cuatro a dos el abono de cupones.

BOTÍN RATIFICA LA APUESTA POR REINO UNIDO

El pago será íntegramente en efectivo a partir del 1 de noviembre y el Santander se ha comprometido a que la proporción de dividendo en efectivo que abone con cargo al resultado de este año “sea, al menos, de la misma cuantía que el año pasado”.

Según indicó la presidenta del Santander, Ana Botín, el dividendo aprobado “es una muestra de la fortaleza y la resiliencia del modelo de negocio de Santander”.

La banquera explicó que, pese a “algunos factores adversos de mercado, especialmente en Reino Unido”, la diversificación del grupo le permite lograr resultados “predecibles”, “dar un dividendo por acción en efectivo sostenible” y obtener un aumento de los ingresos de clientes de más del 20% y del beneficio atribuido del 87% en los últimos cinco años. Según sus datos, el grupo ha aumentado el capital en 25.000 millones de euros en ese plazo de cinco años y un 174% el dividendo.

En relación al Reino Unido ratificó el interés en la apuesta. “Aunque las reformas que obligan a separar el negocio de banca minorista y el Brexit han afectado a la rentabilidad en Reino Unido, este mercado sigue siendo clave y estamos invirtiendo significativamente para mejorar nuestra posición competitiva y atender aún mejor a nuestros clientes”, apuntó.

Precisamente otra de las iniciativas aprobadas por el máximo órgano de administración de hoy ha sido aprobar la incorporación de banquera británica Pamela Walkden al consejo de administración en calidad de vocal independiente y para ocupar la vacante que deja Carlos Fernández, que ha ocupado dicha función desde el año 2015.

La ejecutiva británica se incorporará al consejo del Santander tras haber desempeñado puestos de responsabilidad en entidades como Standard Chartered Bank, donde trabajó casi 30 años como responsable de riesgos, auditoría interna o tesorería. Asimismo, ha sido miembro independiente del panel de reforma regulatoria (Regulatory Reform Panel) de la Prudential Regulation Authority (PRA) de Reino Unido y del Stakeholder Group de la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés).

40% DE CONSEJERAS

El consejo de administración lo integrarán 15 miembros, un 60% independientes, y con la entrada de Pamela Walkden el 40% de los vocales serán mujeres. Así el Santander alcanza su objetivo de tener entre el 40% y el 60% del consejo representado por cualquier de los dos géneros.

En último término el máximo órgano de dirección del Santander también ha aprobado la designación de Marjolein van Hellemondt-Gerdingh como responsable Comunicación Corporativa de Cumplimiento del Grupo. Ambas designaciones serán efectivas cuando reciban las pertinentes autorizaciones regulatorias.

Esta directiva holandesa proviene de DLL International B.V., Eindhoven (una filial del Grupo Rabobank), donde desde enero de 2018 era responsable de Cumplimiento. Anteriormente trabajó en Zurich Insurance, como responsable de Cumplimiento, y antes en NN-Group. Sustituye en el cargo a Mónica López-Monís, recientemente nombrada responsable global de Asuntos Regulatorios.

(SERVIMEDIA)
24 Sep 2019
ECR/pai