Ésta es una de las conclusiones que se recoge en barómetro 'Los españoles ante el cambio climático', elaborado por el Real Instituto Elcano y presentado este martes en una rueda de prensa en Madrid por las investigadoras Carmen González, del área de Opinión Pública de esta fundación, y Lara Lázaro, del Programa de Energía y Cambio Climático.

La encuesta se basa en una entrevista telefónica realizada a 1.000 personas mayores de edad residentes en España entre los pasados 8 y el 26 de abril, con el fin de pulsar la opinión de los españoles sobre el medio ambiente y el cambio climático, la responsabilidad de diferentes estamentos en relación a este tema y qué aspectos podrían recogerse en una futura Ley de Cambio Climático y Transición Energética.

En términos generales, de este estudio se desprende que el cambio climático es más aceptado por los españoles que se declaran de izquierdas, son mujeres, viven en grandes ciudades, tienen un mayor nivel de estudios y están en plena juventud.

Una de las preguntas que presuponen una responsabilidad directa de los ciudadanos es si los propietarios de vehículos estarían dispuestos a pagar más en el impuesto de circulación (es decir, el IVTM o Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica), que los ayuntamientos recaudan una vez al año en función de los caballos de vapor fiscales, que dependen de la cilindrada y el número de cilindros del vehículo.

El 75% de las personas encuestadas afirma que pagaría más por el impuesto de circulación, un porcentaje que aumenta entre quienes tienen estudios superiores (65%) y entre quienes se declaran de izquierdas (70%), y disminuye entre los que cuentan con estudios medios (51%) y son de derechas (39%).

Respecto a cuánto estarían dispuestos a pagar de más, un 43% afirma que abonaría entre 31 y 60 euros adicionales, y un 35% menos de 30 euros. La media aritmética es de 46 euros adicionales cada año en el impuesto de circulación.

LA MAYOR AMENAZA

Por otro lado, los españoles señalan que el cambio climático es la mayor amenaza a la que se enfrenta el mundo (el 56% de las personas sondeadas la mencionan como primera o segunda amenaza), por delante de los conflictos armados (20%).

El nivel de conciencia ambiental de los españoles es de 3,69 puntos en una escala de uno a cinco. Se trata de un grado semejante a otros países desarrollados y occidentales (4,22 en Noruega; 3,81 en Estados Unidos, y 3,69 en Noruega, por ejemplo). En general, ese grado de conciencia aumenta entre quienes han estudiado más tiempo, viven en poblaciones mayores, trabajan y se declaran ideológicamente de izquierdas.

El barómetro indica que el 97% de los españoles asegura que el cambio climático existe, mientras que apenas un 3% son negacionistas. El 92% afirma que los seres humanos son los principales responsables por el uso de carbón, petróleo y gas, que emiten gases de efecto invernadero a la atmósfera, un porcentaje que crece entre quienes son de izquierdas (96%) y baja entre los de derechas (84%).

El 84% de los españoles señala que ya se notan los impactos del cambio climático, algo que crece entre quienes se declaran de izquierdas (88%) y viven en municipios de más de 300.000 habitantes (90%), y disminuye entre los de derechas (77%) y residen en localidades de menos de 5.000 habitantes (81%). Además, el 84% cree que los compromisos climáticos actuales de los países son insuficientes para evitar los peores impactos.

En cuanto a los causantes del calentamiento global, hay distintos grados de responsabilidad para las empresas (72%), el Gobierno (69%), otros países (67%), los propios ciudadanos (54%) y la naturaleza (6%). En este caso, llama la atención la disparidad de géneros en cuanto a la responsabilidad ciudadana, puesto que así lo afirman el 61% de las mujeres y un 47% de los hombres.

LEY DE CAMBIO CLIMÁTICO

Por otra parte, el 81% de las personas encuestadas cree que España no hace lo suficiente en la lucha contra el cambio climático (83% si son de izquierdas y 72% entre los de derechas) y el 94% está de acuerdo en que el Estado debería dedicar parte de su presupuesto para compensar daños por olas de calor, sequía e incendios.

Si los ciudadanos tuvieran 500 euros y tuvieran que repartirlos entre distintas opciones de compensación relacionadas con la crisis climática, dedicarían 274 a plantar árboles para reducir las temperaturas y ayudar a retener el agua, 123 a mejorar el conocimiento sobre fenómenos extremos (sequías, olas de calor e incendios) y 103 a mejorar el aislamiento de las casas y aumentar los equipos contra incendios.

El 93% acepta que España tenga una ley de cambio climático, algo menos aceptado entre quienes declaran más de 3.000 euros de ingresos mensuales (el grado de aceptación baja al 81%). La gran mayoría defiende que el Parlamento adopte los objetivos climáticos que indiquen los científicos (91%), los bancos inviertan en proyectos o empresas que no aumenten las emisiones (89%), la electricidad sea renovable lo antes posible (87%) e incluya objetivos de reducción de emisiones en todos los sectores económicos (83%). Alargar la vida de las centrales nucleares cuenta con sólo un 24% de apoyo.