La marcha comenzó al mediodía en la madrileña plaza de Cánovas del Castillo (Neptuno) y se cerró en la Puerta del Sol, pasadas las 14.30 horas, con un acto multitudinario en el que participaron, entre otros, los secretarios generales de CCOO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez.

Entre los participantes en la convocatoria también pudo verse a la viuda de Marcelino Camacho, Josefina Samper, y al coordinador general de IU, Cayo Lara, bajo una pancarta que rezaba "Luchamos por el empleo y una alternativa social a la crisis".

Los manifestantes caldearon el frío de esta mañana de diciembre con gritos, cánticos y consignas como "ZP, afíliate al PP", "Qué barbaridad, el PSOE con la patronal" y "Hace falta ya otra huelga general".

También "llovieron" imitaciones de billetes de dólar con las caras impresas del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, en los que podía leerse la frase "Para ellos vales tanto como este billete".

Las pancartas pedían que "La crisis, que la paguen los culpables" y clamaban contra "Banqueros, pensiones millonarias". También pudo leerse "Contra la congelación de las pensiones. No al recorte laboral y social".

Pitos, trompetas, banderas republicanas y, al final de todo, la música de la Internacional completaron la fotografía de esta manifestación que, además de en Madrid, se celebró en 39 ciudades españolas.

En total, los sindicatos convocaron movilizaciones en las capitales de provincia de Andalucía y de Castilla-La Mancha, Zaragoza, Oviedo, Santander, Valladolid, Bilbao, Cáceres, Logroño, A Coruña, Lugo, Orense, Tenerife, Gran Canaria, Barcelona, Vigo, Murcia, Alicante, Castellón, Valencia, Elche, Elda, Alcoy, Palma de Mallorca, Menorca, Ibiza y Ceuta.

Se trata de la primera gran movilización que los sindicatos mayoritarios celebran después de la huelga general del pasado 29 de septiembre.

El secretario general de CCOO amenazó, precisamente, con una nueva convocatoria de paro general en enero, si el Gobierno no ceja en su empeño de imponer el retraso de la edad de jubilación a los 67 años.