Así lo aseguró durante una mesa redonda enmarcada en el ‘Foro tendencias 2020’, organizado por El País y Kreab, al ser preguntado por la situación política y la falta de acuerdo para formar un Gobierno. “Los directivos de empresa no tenemos ningún título especial para opinar sobre política”, señaló, por lo que destacó que su labor debe ser “oír a la sociedad” y “entenderla y gestionar nuestra empresa”.

Por ello, indicó que “la política me parece especialmente importante en momentos de cambio y cambio radical” como el actual por lo que “tener una estabilidad política que dé un marco claro tiene mucho valor”.

En términos económicos, el presidente de Bankia destacó que el gran cambio vivido en 2019 en el campo económico respecto a 12 meses antes es el comportamiento de las políticas del Banco Central Europeo, ya que entonces se esperaba que los tipos de interés estuvieran hoy en positivo y, sin embargo, siguen siendo negativos y se espera que dentro de un año sigan con el mismo signo. “En “Europa vamos a seguir en tipos negativos durante un largo periodo”, aseguró.

Además, también mencionó que durante el último año los riesgos que había “se han agudizado”, dando lugar a la desaceleración económica y un “frenazo” del comercio internacional, con la constatación de la guerra comercial entre Estados Unidos y China y el prolongamiento de la incertidumbre sobre el Brexit.

FUTURO

En cuanto al futuro, Goirigolzarri distinguió entre acontecimientos que tendrán su impacto en el corto plazo y tendencias de largo plazo. Sobre los primeros, mencionó las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2020, la resolución del Brexit, y la formación de la nueva Comisión Europea y el Parlamento Europeo, que tendrán “retos muy importantes pero también oportunidades”. En este sentido, indicó que las instituciones europeas tienen una “gran oportunidad” en lo relativo al mercado único, la unión bancaria, tener una política fiscal europea y un mayor presupuesto comunitario.

En el largo plazo, se refirió a la necesidad de reflexionar sobre la demografía desde el punto de vista de aumentar la productividad para mantener los niveles económicos de una sociedad cada vez más envejecida; sobre el estancamiento de Europa en el reto tecnológico en comparación con el gran avance del resto del mundo; y sobre las grandes oportunidades que brinda la transformación energética.

En lo que se refiere a los retos para el sector bancario, el presidente de Bankia destacó la necesidad de aumentar la rentabilidad, los cambios de hábitos de los clientes por la digitalización y la reputación del sector.

Sobre la rentabilidad, explicó que actualmente la rentabilidad de los bancos españoles y europeos es “insuficiente”, ya que es inferior al coste del capital, por lo que la situación es “insostenible a medio y largo plazo”. Las causas de esta situación, apuntó, son “una regulación mucho más exigente en términos de capital”, y los bajos tipos de interés.

“Esto afecta a la cotización de los bancos”, afirmó sobre este punto, apuntando que “los inversores no quieren comprar bancos europeos, están comprando bancos americanos”, porque “la banca europea está cotizando a los niveles más bajos de los últimos 30 años”. Además, señaló que esta situación afecta negativamente a toda la sociedad, ya que si los bancos están infracapitalizados no podrán dar crédito e inyectar dinero en la economía.

En cuanto a la reputación, subrayó la importancia de que la sociedad quiera que la banca exista y que para ello es necesario explicar la utilidad de la banca. En este sentido, remarcó que a nivel de servicio la banca española “compara magnificamente” con sus competidores europeos y americanos, pero que se ha visto envuelta en cuestiones que afectan a su reputación, por lo que es necesario tener “conductas intachables”. Asimismo, indicó el deseo de la banca de que no haya litigiosidad, para lo que apuntó a la necesidad de contar con un marco legal claro, poniendo como ejemplo la “oportunidad para dar seguridad” que ofrece la nueva ley de crédito hipotecario.