Esta publicación, que forma parte del Plan Estratégico de Salud Mental 2018-2020, se presentó aprovechando que mañana se celebra el Día Mundial de la Prevención del Suicidio. Se han imprimido 3.000 ejemplares, que se distribuirán en los centros de Salud Mental, SUMMA 112 y en las asociaciones de pacientes.

Ruiz Escude afirmó que la pérdida de un familiar por suicidio genera una situación de dolor en las personas de su entorno con unas características particulares. Destacó que “a lo inesperado, súbito y traumático de estas pérdidas, se suma el sentimiento de culpa y la dificultad social para afrontarla, lo que puede generar a veces en los seres queridos una especie de ‘duelo oculto’”.

Explicó que la Oficina Regional de Coordinación de Salud Mental ha coordinado la elaboración de esta guía de autoayuda junto con profesionales de la Asociación de Investigación, Prevención e Intervención del suicidio y del Servicio Madrileño de Salud.

La guía está dividida en diferentes apartados (mitos, duelo, culpa y recuperación) en los que se clarifican elementos sobre el suicidio en relación a los supervivientes. Se aborda el proceso del duelo en los diferentes momentos de desarrollo, desde el día del suceso hasta la evolución con el paso del tiempo y el camino hacia la recuperación; así como las relaciones sociales en el proceso, el silencio de la familia y los niños como supervivientes; el sentimiento de culpa y la recuperación.

Informó de que esta nueva publicación se une a las cuatro guías publicadas en años anteriores, de la misma colección y ampliamente difundidas y utilizadas tanto en la Comunidad de Madrid como fuera, dirigidas a personas con riesgo de suicidio para su prevención, a familiares y a otros colectivos como docentes, profesionales sanitarios y facilitadores sociales.

Todas ellas están disponibles para su consulta y difusión en la página web de la Comunidad de Madrid 'www.comunidad.madrid/servicios/salud/salud-mental'.

PREVENCIÓN DEL SUICIDIO

Consideró que el suicidio es un problema de salud pública que constituye la primera causa externa de muerte en España, según los últimos datos del INE, que sitúan la muerte por suicidio por encima de los accidentes de tráfico. Concretamente, los últimos datos publicados (correspondientes a 2017) recogen 3.679 suicidios.

La Comunidad de Madrid sigue siendo una de las autonomías con la tasa más baja de España: 5,18/100.000 habitantes, frente a 7,87/100.000 de media nacional. El índice de suicidio en varones es más alto que en mujeres. Las tasas superiores de suicidio consumado se encuentran en los mayores de 65 años, siendo un grupo de especial riesgo.

También es la primera causa absoluta de muerte en varones de 15 a 29 años y la segunda causa, después de los tumores, en las mujeres de esas edades.

Señaló que es frecuente que se mencione el suicidio en adolescentes como fenómeno emergente, no obstante, en la Comunidad de Madrid las tasas de suicidio por 100.000 habitantes en este grupo de edad son bajas, habiéndose producido un caso en menores de 15 años en el año 2017.

Informó de que el Plan de Salud Mental 2018-2020 incluye una Línea Estratégica Específica para la Prevención del Suicidio, que contempla la implantación progresiva de programas de prevención en todos los hospitales del Servicio Madrileño de Salud, así como una partida para formación y acciones sensibilizadoras.

VIASIBIIZAR EL PROBLEMA

Por otra parte, el consejero de Políticas Sociales, Familias, Igualdad y Natalidad, Alberto Reyero, participó en una jornadas sobre este asunto, celebrado en la Asamblea de Madrid, y se mostró favorable a “visibilizar un problema que la sociedad conoce, muchas veces, solo a golpe de prensa o porque la situación les toca de manera personal”.

Habló de la necesidad de “ser capaces de reducir los índices” de suicidio y se mostró convencido de que “hay maneras de prevenir el suicidio”. Aseguró que por cada 20 personas con ideas de suicidio, una de ellas lo lleva a cabo, propuso contar con un plan regional de suicidio y con medidas de carácter preventivo en colegios.