Jiménez se verá en enero con Clinton
PSOE, PP y CiU critican a Wikileaks
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La ministra de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Trinidad Jiménez, avanzó esta tarde que "en breve" viajará a Washington (EEUU) para mantener una reunión de trabajo con su homóloga, Hillary Clinton.
Jiménez lo anunció en su comparecencia en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso de los Diputados, a la que acudió para explicar las líneas generales del Departamento que asumió el pasado mes de octubre.
Fuentes ministeriales indicaron a Servimedia que la entrevista entre ambas dirigentes se producirá durante el mes de enero, si bien todavía no está fijada la fecha ni la agenda de la reunión.
La ministra recalcó que EEUU es un "país socio y aliado" con el que se mantiene una relación de "lealtad y respeto mutuo". Durante la presente legislatura, dijo, estas relaciones han experimentado "una notable intensificación" que espera "seguir fortaleciendo" con su próxima visita a la capital estadounidense.
En su exposición, la titular de Exteriores homenajeó a su antecesor, Miguel Ángel Moratinos, y destacó su "intensa labor" durante los más de seis años que estuvo al frente de la Diplomacia española. Este gesto de Jiménez provocó los aplausos de diputados socialistas presentes en la comisión.
Jiménez insistió en promocionar la diplomacia económica para contribuir en la recuperación económica de España ante la crisis financiera actual.
Además, la ministra dejó claro que con quien tiene que hablar “solamente de soberanía” sobre Gibraltar es con Reino Unido y que el Foro Tripartito se limita para mejorar la situación de los ciudadanos del Peñón y de la zona.
Por su parte, el diputado popular Gustavo de Arístegui manifestó que las políticas relacionadas con los Derechos Humanos representan las “grandes discrepancias” con el Ejecutivo. A su juicio, hacen una “defensa selectiva y a la carta” de la defensa de los derechos humanos. Estas palabras le dolieron a la ministra, como ella misma reconoció, porque afirmó que mantienen una política muy activa en este campo.
De Arístegui también le pidió que trabaje para tener “en propiedad” la “silla prestada” que ahora ocupa España en el G-20. Jiménez respondió que España “ya es miembro de pleno derecho” de esta reunión.
El dirigente popular le pidió que “rectifique” y no siga la política llevada por su antecesor en Iberoamérica, los derechos humanos, la situación del Sahara Occidental, y su negativa a dialogar y sólo imponer, porque ello ha llevado, a su juicio, a España en el “anonimato más absoluto” en algunos aspectos políticos.
El diputado de CiU, Jordi Xuclá, quien le planteó que revise la posición española sobre la independencia unilateral de Kosovo, y la presencia diplomática en algunas embajadas importantes como China y Japón.
El portavoz del Grupo Parlamentario Vasco, Josu Erkoreka, recordó los “graves incidentes” en la localidad saharaui de El Aaiún y dijo que “apremia” la necesidad de buscar una solución al conflicto en el Sahara Occidental porque se está “enquistando”.
El diputado de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, que fue el más crítico con Jiménez, le espetó que abandone la “parcialidad activa” que, a su juicio, mantiene pese a que el Gobierno la vende como “neutralidad activa”.
Además, le manifestó que “el silencio no vale” y que debe “pedir explicaciones” a EEUU después de las revelaciones de Wikileaks por su actitud “prepotente” y de “chismorreo” que, a su juicio, “afecta directamente a la credibilidad de la diplomacia española”. A ello, Jiménez le respondió que sólo se tratan de “reflexiones de una parte e impresiones subjetivas”.
En el turno de réplica, la ministra dijo que el Gobierno ha mantenido “siempre una posición muy activa” para buscar una solución al conflicto del Sahara y que para ello seguirá trabajando “intensamente” con las partes para encontrar una “solución justa, duradera y equilibrada”.
Jiménez reconoció los “recortes” en la ayuda al desarrollo pero destacó que mantienen el objetivo del 0,7% del PIB para la cooperación, si bien este queda pospuesto de 2012 a 2015.
Durante la comisión, los portavoces de PSOE, PP y CiU manifestaron su crítica a Wikileaks porque entienden que supone un ataque a la comunicación diplomática.
(SERVIMEDIA)
15 Dic 2010
MML/jrv