Así se pronunció Grande-Marlaska, en una entrevista en la Cadena Ser recogida por Servimedia, después de que ayer el PP registrara en el Congreso de los Diputados una proposición no de ley en la que se exige al Gobierno que envíe un refuerzo de policías nacionales y guardias civiles a Barcelona “para hacer frente a la crisis de seguridad que vive la ciudad y de la que alertan los propios sindicatos policiales”.

El ministro reconoció que existe una “preocupación social” en torno a la seguridad en Barcelona, pero defendió que se están tomando las “medidas necesarias” para atajar la inseguridad. Por ello, recomendó al PP que no proponga “soluciones simples” ante unos problemas que deben abordarse de forma “seria”.

Acusó al PP de “ignorancia de más” por no tener en cuenta que la Policía Nacional ejerce en Cataluña funciones de policía judicial y por no tener presente que la seguridad en esa comunidad autónoma recae en los Mossos.

Esto le sirvió para afear al PP que en su etapa de gobierno se perdieran 12.000 efectivos a nivel nacional entre policías y guardias civiles, una situación, defendió Grande-Marlaska, que el Gobierno ha intentado paliar aprobando una oferta pública de empleo con tasas de reposición “como nunca se había hecho”.

Por último, restó importancia a las palabras del consejero de Interior de la Generalitat, Miquel Buch, que vinculó el aumento de los robos con el ‘top manta’. Lo hizo para decir que en situaciones de aglomeración “uno pierde la concentración” y comentó que “yo mismo cuando voy por la Gran Vía me cambio la cartera del bolsillo trasero al delantero”.