Así lo declaró a Servimedia el director del planetario de Madrid, Telmo Fernández, que estimó un máximo de 10 estrellas por hora "en las mejores condiciones".

Según explicó, las Perseidas pueden verse desde el 17 de julio hasta el 24 de agosto, aunque los días álgidos empezarán este sábado y se prolongarán hasta el martes 13. "De hecho, la mejor noche será (previsiblemente) la del lunes al martes", indicó.

Por otro lado, detalló que las lluvias de estrellas fugaces se producen cuando la tierra, en su periplo alrededor del Sol, se adentra en un lugar del espacio donde existen partículas procedentes de cuerpos celestes (debido al paso de algún cometa o a otros fenómenos), que al entrar en contacto con la Atmósfera, se desintegran y generan luz.

Aclaró que a lo largo del año se suceden otras lluvias de estrellas fugaces como la de las Perseidas, "pero esta es sin duda la más popular". "Quizás por tener lugar en verano, cuando las condiciones metereológicas son mejores", indicó.

Explicó que la denominación de Perseidas se debe a que las estrellas fugaces parecen proceder de la constelación de Perseo, hacia cuya situación en el Cielo de hecho se aproxima la tierra estas fechas.

Para disfrutar de este fenómeno, Fernández aconsejó buscar "los cielos más negros posibles", es decir, lugares poco iluninados.

CUANTO MÁS OSCURO, MEJOR

El campo y las montañas son los lugares más indicados, afirmó, como sucede en algunos puntos de Canarias, cerca de la costa o en los Pirineos.

Por lo demás, cualquier lugar de España es bueno para disfrutar de la lluvia de estrellas. Lo único importante es que no haya nubes, algo que sí parece que sucederá esta noche.

Por otra parte, lamentó que la presencia de luna creciente esta semana hará que las Lágrimas de san Lorenzo de 2019 "no sea la más vistosa de la historia".

"Cuanto más oscuro está el cielo, mejor se ve", declaró. "Por eso, siempre es mejor cuando hay Luna Nueva o decreciente".

Finalmente, Fernández señaló que "cualquiera puede salir a mirar las estrellas por su cuenta, y desaconsejó el uso de prismáticos o telescopios.

La razón es que, aunque muchas estrellas parecen llevar la misma trayectoria, pueden aparecer por cualquier punto del cielo, y al emplear alguno de estos instrumentos, se impone una única dirección para mirar.