Arqueología

Descubren una iglesia de época visigoda en la sierra de Madrid

MADRID
SERVIMEDIA

Las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo por la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) en el cerrillo de El Rebollar, en El Boalo (Madrid), han permitido el descubrimiento de una iglesia rural de finales del periodo visigodo, cuya datación ha sido posible gracias a las tumbas halladas en el interior de la nave del edificio.

La iglesia está constituida por un aula rectangular de nave única y rematada en un ábside o cabecera de planta cuadrada. La planta original del edificio sufrió reformas importantes que serán analizadas en detalle en futuras investigaciones.

Las claves para la datación del edificio se encontraban ocultas en las tumbas que ocupan el espacio interior de la nave de la iglesia. A diferencia de otras iglesias rurales conocidas, las tumbas no se hallaban expoliadas, sino en un excelente estado de conservación, y se ha documentado una estratigrafía de ocupación de la nave inalterada y perfectamente registrada que permite datar con precisión la fase originaria del edificio y las posteriores reformas.

En el interior de la nave se han localizado por el momento 11 tumbas perfectamente orientadas en sentido este-oeste, alineadas con los muros perimetrales.

Los directores de las excavaciones, Javier Salido, profesor de Arqueología de la UAM, y Charo Gómez, del Equipo de Arqueología en El Boalo, explicaron que “se ordenan en tres hileras, alternando tumbas de individuos infantiles y adultos. La datación por Carbono 14 ha confirmado la cronología de una de las tumbas entre los años 656 y 727 d.C., fecha que se inscribe muy probablemente en el periodo de uso religioso del edificio”.

VARIAS TUMBAS

“Se trata de una tumba de cista cuyos restos óseos se hallaban en un impecable estado de conservación. Esta información se ve corroborada por los materiales que conforman el ajuar de las otras dos tumbas principales de la nave que acabamos de excavar. A diferencia de la primera sepultura, estas dos corresponden a una tipología diferente: nos encontramos ante sarcófagos de granito realizados en una sola pieza”, agregaron.

Según los mismos investigadores, la tumba situada en la esquina noroccidental de la nave (tumba nº 4) corresponde a un sarcófago muy bien trabajado y pulido, que contaba con una losa de cierre perfectamente labrada, con un rebaje a dos aguas. “El interior cuenta con molduras en la cabecera. La información preliminar del material óseo conservado determina que se depositó el cuerpo de una mujer en un primer momento y, posteriormente, se redujo para colocar en el interior del sarcófago un segundo cuerpo, en este caso, masculino, asociado a una botella sin decoración, de época tardoantigua”, añadieron los arqueólogos.

TUMBAS INFANTILES

La base de la botella es plana, cuenta con dos asas afrontadas y simétricas y un gollete en la boca para dispensar el líquido. Junto con esta tumba se hallaron dos más en cista adosadas, correspondientes a individuos infantiles. El otro sarcófago localizado (nº 6) está menos trabajado, sin pulir y simplemente desvastado, sin molduras interiores, con una laja de granito de gran calidad.

“En este caso, se depositó un individuo previsiblemente masculino que portaba dos objetos de adorno personal que corresponden a anillos decorados, de una tipología que permite datarlo también en el periodo tardoantiguo”, agregaron.

(SERVIMEDIA)
25 Jul 2019
ABG/caa