Desde la tribuna de la Cámara Baja, el portavoz parlamentario de ERC se presentó ante el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, como “un miembro de la banda” y le espetó que ir de la mano del presidente de Vox, Santiago Abascal, “es ir con un comando”.

Tras pedir a Abascal que “se modere”, se dirigió a Pedro Sánchez y Pablo Iglesias para pedirles que “miren a la derecha”, donde “están encantados de la vida” y hasta “aplaudiendo con las orejas” el previsible fracaso de esta investidura por las disputas entre estos líderes políticos.

“De hecho, ellos a estas alturas ya tendrían pactados hasta los sobresueldos”, aseveró, y acto seguido preguntó si es que habrá una nueva oportunidad en septiembre. “¿Saben el enorme gesto de responsabilidad y generosidad que hace nuestro grupo hoy? ¿Creen que también lo podemos hacer en septiembre?”, planteó.

Rufián recordó que en septiembre, a la espera de la sentencia del juicio sobre los líderes encarcelados por participar el 1-O, “nos complica la vida a todos” y “será muy complicado hacer política”. Subrayó ante Sánchez e Iglesias que de sus “intransigencias” se arrepentirán todos.

De forma emotiva, recordó a ambos líderes que ambos tienen hijos y se refirió a un buen amigo suyo que también tiene dos y que cada noche en la terraza de su casa les enseñaba las estrellas y les explicaba las constelaciones. “Se llama Oriol Junqueras y él nos pide que les hagamos llegar un regalo, un libro que ha escrito en su celda”, expuso.

Rufián se acercó hasta los escaños de Sánchez e Iglesias para entregarles en mano el libro ‘Cuentos desde la prisión’, con los relatos que Junqueras “no le puede explicar a sus hijos desde hace casi dos años” por estar encarcelado.