400.000 mujeres y casi 200.000 niños son víctimas de trata solo en Bombay
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Sonrisas de Bombay denunció este jueves que solo en esa ciudad india hay alrededor de 400.000 mujeres y hasta 180.000 menores de edad víctimas de redes de tráfico de personas.
Con motivo del Día contra el Tráfico Humano que se conmemora el próximo 30 de julio, la ONG exigió mayor determinación en las actuaciones que los gobiernos llevan a cabo contra este crimen.
En su comunicado, pidió más responsabilidad a los países occidentales, y abogó por campañas de sensibilización ciudadana que recuerden que el tráfico de personas es una actividad ilegal que genera más de 15.000 millones de dólares anuales de beneficio en todo el mundo.
Destacó que la India es uno de los países con mayor índice de trata de todo el mundo, en especial la ciudad de Bombay, donde se calcula que hasta 180.000 niños y niñas son víctimas de esta situación, según ECPAT Internacional.
Asimismo, hasta 400.000 personas, en su mayoría mujeres, estarían inmersas en alguna forma de tráfico que se aprovecharía económicamente de ellas. Indicó que la pobreza y la desesperación de las familias son las dos circunstancias que aprovechan las redes de tráfico de personas para alimentar un negocio que proporciona enormes beneficios, especialmente cuando se orienta a la explotación sexual.
Más del 80% del tráfico humano que existe en la India tiene fines de explotación sexual por parte de demandantes tanto locales como extranjeros, según un estudio de la Fundación Scelles. Esta misma investigación comprobó que, sólo en Bombay, una mujer forzada a ejercer la prostitución genera 13.000 dólares anuales de beneficio a sus explotadores.
El 55% de los traficantes se aprovechan de la necesidad de las víctimas, a quienes prometen mejores oportunidades de vida. Ellas, en su mayoría mujeres que proceden de regiones pobres del país y de Nepal o Bangladesh, son captadas a edades comprendidas entre los 10 y los 13 años y pueden llegar a sufrir esta situación de semi esclavitud durante toda su vida, sin posibilidad de huir o denunciar a sus captores.
SIN MEJORÍA
Según algunas investigaciones, el número de víctimas de tráfico humano en Bombay sigue creciendo. Las operaciones policiales de rescate de víctimas se han multiplicado en los últimos años, pero inmediatamente nuevos explotadores y nuevas víctimas pasan a ocupar su lugar. Pese a la legislación india que prohíbe taxativamente “el tráfico de seres humanos y otras formas similares de trabajo forzoso”, no se consiguen atajar las causas de fondo, que no son otras que la pobreza extrema y la demanda constante de actividades ilegales.
Según Jaume Sanllorente, fundador de Sonrisas de Bombay, "es básico empoderar a las personas que han vivido en primera persona esta lamentable realidad y aumentar la información y protección en las aldeas y zonas donde la mayoría de estas menores son vendidas, a veces como consecuencia de engaños; otras como resultado de una familia que quiere desprenderse a toda costa de la hija que ha nacido mujer".
En este sentido, subrayó la necesidad de seguir recordando la parte de responsabilidad que tienen los países occidentales respecto a este problema.
"El tráfico humano es una industria, aunque ilegal, que responde a la demanda; está instalada en las cadenas de producción de la economía mundial y el silencio es cómplice de que se reproduzca este tipo de crimen organizado que genera más pobreza, más exclusión y más desigualdad", concluyó.
(SERVIMEDIA)
25 Jul 2019
AGQ/gja