De acuerdo con sus resultados, el reciclaje de envases plásticos en el hogar creció el año pasado un 9,6%, hasta las 571.900 toneladas. De este modo, España repite como segundo país europeo con mejores tasas de reciclaje por cuarto año consecutivo.

El informe señala además que prácticamente todas las comunidades autónomas han aumentado el reciclaje de envases plásticos domésticos por habitante. Sobrepasan la media española Comunidad Valenciana (14,9 kilos por habitante), País Vasco (14,6 kg/hab), Canarias (14 kg/hab), Cataluña (13,5 kg/hab), Andalucía (13,5 kg/hab) y Castilla-La Mancha (12,6 kg/hab).

Por primera vez en España, la cifra de toneladas de plástico reciclado de todo tipo (no sólo envases) supera a las toneladas que se depositan en vertedero.

Para la directora de Cicloplast, Isabel Goyena, esto demuestra que "la economía circular funciona" y que la cadena de valor de este material incorpora cada vez más los plásticos reciclados a la fabricación de nuevos productos.

En 2017 el total de plástico reciclado ya había superado el millón de toneladas (1.006.000 toneladas). Ello supone un índice de reciclado de este material del 41%, tal como refleja el informe anual estadístico que Cicloplast realiza en colaboración con Anarpla (Asociación Nacional de Recicladores de Plástico).

Goyena indicó que si se tiene en cuenta todos los envases (domésticos, comerciales e industriales), en 2017 España ya había alcanzado el índice de reciclado del 48%, muy cercano al nuevo objetivo marcado por la Unión Europea del 50% para 2025.

RESIDUOS ABANDONADOS

Según Goyena, solo el 1% de los residuos plásticos abandonados (litter) proceden de Europa, y el 50% del litter mundial es generado tan sólo por cinco países asiáticos, que "no disponen de eficientes sistemas de gestión de residuos".

En su opinión, “los primeros interesados en prevenir y reducir el litter y proteger el medio ambiente somos el sector del plástico", y "consideramos que una de las principales claves para conseguirlo es la educación ciudadana" y un diseño que facilite el reciclaje. "Es un problema de actitud, no del material", prosiguió, ya que "prohibir es renunciar a la educación".

Como soluciones, pidió mejorar los sistemas de gestión de residuos y también de depuración de aguas, así como estudiar la posibilidad de imponer multas ante comportamientos incívicos.

Además, consideró necesario "apostar por la reutilización y por el consumo responsable de cualquier tipo de producto", y reclamó que "desde las administraciones se fomente el reciclado de plástico mediante la compra pública".

Finalmente, señaló que sustituir el plástico "en envases monouso por otro tipo de material no elimina el litter, y puede generar un incremento de la huella de CO2 afectando al cambio climático”.