Así lo expuso en su intervención ante el Pleno de Seguridad Social y Salud Laboral, celebrado en la sede del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (Insht).

En su intervención, el ministro indicó que "el cambiante mundo del trabajo, la evolución tecnológica y los propios cambios demográficos y sociales están perfilando y definiendo una serie de nuevos riesgos".

"Parece claro que a medio plazo aumentará el peso de la población ocupada de mayor edad, un segmento que podría ser más vulnerable a algunos riesgos laborales, debido a la interacción de dichos riesgos con procesos de deterioro propios del envejecimiento", dijo. En este sentido, añadió, "se hace indispensable prestar especial atención a la mejora y adaptación de las condiciones de trabajo".

Igualmente, habrá que prestar atención "al impacto de los movimientos migratorios sobre los patrones de salud y bienestar y potenciar estrategias de sensibilización, formación e información dirigidas a los trabajadores migrantes, teniendo en consideración las barreras culturas e idiomáticas presentes", dijo.

Finalmente, el avance tecnológico emerge como "un factor de incidencia y dimensión en muchos casos desconocida o imprevisible", concluyó.

AÑO POSITIVO

Gómez expresó este jueves su satisfacción por la "tendencia francamente positiva" de la sinestralidad laboral, que este año experimentó una "importante reducción" del 12,3% frente al año 2009. Este descenso se refiere al total de los accidentes en jornada de trabajo con baja.

Además, esta reducción se observó en todos los niveles de gravedad y en todos los sectores de actividad, lo que "determina una lectura muy positiva de los datos", aparejados a la Estrategia 2007-2012, agregó.

No obstante, el ministro dejó claro que "nos queda mucho trecho por recorrer". En este sentido, incidió en la necesidad de redoblar el estudio de las causas que subyacen a la prevalencia de ciertos accidentes de trabajo, como los ocurridos por sobreesfuerzos, que el año pasado representaron más de un tercio del total de los ocurridos en jornada de trabajo con baja, acumulando cerca de seis millones de jornadas perdidas por esa causa en el año.

Por otro lado, Gómez aludió a futuras medidas de carácter normativo, que permitirán "una acción más eficaz en la prevención de riesgos laborales". En concreto, se refirió al proyecto de real decreto por el que se establecen los criterios básicos sobre la organización de recursos para desarrollar la actividad sanitaria de los servicios de prevención.

Este reglamento, por primera vez establecerá los requisitos técnicos y condiciones mínimas exigidas a los servicios sanitarios de los servicios de prevención de riesgos laborales para su autorización y calidad de funcionamiento.

Gómez también mencionó el plan Prevea, iniciado con doce comunidades autónomas para prestar apoyo y asesoramiento a empresas que tengan un volumen de accidentes de trabajo superior a la media.