En declaraciones a Servimedia durante la jornada en que se presentó el Plan Estratégico 2019-2022, González Zapico destacó que "un ingreso hospitalario debe ser una práctica clínica, no policial". En su opinión, los derechos de este colectivo "se vulneran de forma sistemática", tanto con los ingresos forzosos, como con los sistemas de retención mecánica o la sobremedicación".

"Detrás de todo esto hay una falta acuciante de recursos financieros y humanos", y reclamó la presencia de "personal especializado y bien formado" en salud mental en los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.

A su juicio, cuando se ingresa a una persona con una crisis derivada de un trastorno de salud mental, "es personal sanitario el que debe hacerse cargo y no preparar un despliegue de policía como sucede ahora".

Agregó que del mismo modo, "por inercia o por falta de profesionales, muchos pacientes son inmovilizados a la fuerza, atados y sobremedicados cuando sufren una crisis. Lo ideal sería emplear una técnica de "desescalado verbal" (esto es, intentar calmarlo por medio de la palabra)", puntualizó.

La solución a estas situaciones pasa, en su opinión, por convertir la salud mental en "una prioridad política" para conseguir "los recursos que hacen falta y abordar el problema desde una perspectiva de derechos humanos". L

a incidencia política y defensa de derechos humanos es, de hecho, la primera de las seis líneas estratégicas del plan presentado hoy. Las otras cinco tienen que ver con marca, sensibilización e incidencia social; gobernanza, vida asociativa y desarrollo de personass; sostenibilidad económica, con un plan de acción común de acceso a las fuentes de financiación para todo el movimiento asociativo; gestión y servicios, e innovación social (con un proyecto de transformación digital y otro de gestión del conocimiento).

CONTRA EL ESTIGMA Y POR EL EMPLEO

En el acto participó también Basilio García Copín, presidente de Salud Mental Ceuta e integrante del Comité Pro Salud Mental en Primera Persona de la confederación, que lamentó el enorme estigma que aún pesa sobre el colectivo con problemas de salud mental. "Se nos impide incluso llegar a la casilla de salida".

De ahí la necesidad de sensibilizar a la sociedad, tal y como propone el plan estratégico, que comprende un programa de alianzas con otras entidades del tercer sector, así como con administraciones públicas y entidades privadas.

Además, la confederación ha diseñado un plan de empleo específico para el colectivo, en colaboración con asociaciones, admnistraciones y empresas. De acuerdo con González Zapico, solo el 14% de las personas con problemas de salud mental tienen un puesto de trabajo, que es el elemento fundamental para conseguir la inclusión.

Se estima que alrededor de un millón de personas en españa tienen algún trastorno de salud mental (de ellas, 400.000 padecen esquizofrenia), y agregó que según la OMS, una de cada cuatro personas sufrirán un trastorno de salud mental, "más o menos grave", a lo largo de su vida. "Es urgente actuar ahora. de lo contrario, la salud mental se convertirá en la principal causa de gasto sanitario", concluyó González Zapico.