Desde el PSN, según fuentes socialistas consultadas por Servimedia, se ha contactado con Ferraz y Moncloa una vez cerrado el preacuerdo de las formaciones de izquierda en la comunidad foral que posibilitaría la investidura de Chivite.

Han trasladado un mensaje de tranquilidad, de que no hay prisa, porque no prevén acelerar la investidura de Chivite hasta después de las fiestas de San Fermín en Pamplona, que concluyen el 14 de julio.

Ante la negativa de Navarra Suma -coalición de UPN, PP y Cs- de apoyar a Chivite, su investidura requiere la abstención de los parlamentarios de Bildu, lo que está siendo utilizado para acusar a los socialistas de pactar con la formación independentista, pese a que los socialistas aseguran que no van a negociar nada y en ningún momento con el partido abertzale.

La traslación de esta acusación en Navarra a la investidura de Sánchez derivó en diferencias importantes entre Ferraz y los socialistas navarros, incluso en Moncloa valoraron ‘sacrificar’ Navarra y que fuera gobernada por Navarra Suma a cambio de que los dos diputados de UPN apoyaran a Sánchez.

Pero tras el resultado electoral el 26-M, el PSN emprendió una negociación con Geroa Bai, Podemos e Izquierda-Ezkerra que ha culminado en un preacuerdo para un gobierno progresista que encabezará Chivite.

Pese a este preacuerdo, la investidura de la líder del PSN, según las fuentes consultadas por Servimedia, no se impulsará hasta que Sánchez haya encauzado su investidura prevista para la semana del 22 de julio.

Quieren evitar, remarcaron a Servimedia, que la particular situación en Navarra, contagie a la política nacional y las negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez una vez que el objetivo fijado por el líder del PSOE es ir a una sola investidura para ser nuevamente presidente del Gobierno. Para lograrlo, ademas de atraer el apoyo de Unidas Podemos, el presidente en funciones insiste en reclamar a PP y CS que faciliten la investidura para no depender de fuerzas independentistas.