Según el coordinador médico de MSF en Libia, Prince Alfani, esta "es una tragedia terrible que podría haberse evitado fácilmente". Recordó que "no es la primera vez que mueren migrantes encerrados en los centros de detención por el fuego cruzado sobre Trípoli", y pidió que "más allá de una condena inocua, se tomen medidas y se proceda a la reubicación urgente de todas estas personas".

En el recinto de Tajura vivían "más de 600 hombres, mujeres y niños" y de ellos 120 se hacinaban en la celda alcanzada por las bombas, según comprobaron los equipos de MSF cuando visitaron el centro.

Asimismo, la ONG alertó de que los supervivientes "están aterrorizados" y subrayó que por cada migrante reasentado o reubicado más de dos han sido devueltos a Libia por la guardia costera, que la UE apoya. "Una vez más, la inacción y la complacencia se han saldado con la vida de los más vulnerables", concluyó.