La Guardia Civil inicia su campaña de verano contra los incendios forestales

- Aumentan un 140% los delitos en este ámbito en los primeros cinco meses del año

MADRID
SERVIMEDIA

La Guardia Civil ha iniciado su campaña de prevención de incendios forestales de la época estival, periodo en el que se producen el mayor número de siniestros. Durante los primeros cinco meses del año, el número de delitos en este ámbito ha aumentado en un 140% con respecto al mismo periodo de 2018.

Según informó la Guardia Civil, a través de un comunicado, del estudio y análisis de los datos de los 15 últimos años ha quedado patente que la mayoría de los incendios forestales se encuentran vinculados al factor humano, ya sea por obra de un pirómano o derivada de la negligencia en el uso del fuego, siendo muy pequeña o casi nula la incidencia de las causas naturales.

El número de detenidos o investigados por este tipo de delitos ha aumentado este año en un 90%. Hay un total de 178 personas consideradas autoras, una cifra que casi duplica a los 95 detenidos e investigados del pasado año.

La Guardia Civil considera que la investigación policial y criminal, así como la exigencia de responsabilidades, constituyen una de las medidas más eficaces para su prevención, puesto que genera un efecto disuasorio en el incendiario y en la conducta negligente del resto de los ciudadanos.

Como novedad, ha reforzado los Equipos de Protección de la Naturaleza (Eprona) de las comandancias con mayor incidencia de siniestros, con especialistas en la investigación de incendios forestales.

La Operación 'Agalladeira II', desarrollada por la Comandancia de Ourense, ha sido fruto de esos refuerzos. Se ha saldado con la detención de una persona, que ya ha ingresado en prisión, por la comisión de 16 incendios forestales que causaron gran peligro para la integridad de las personas por su cercanía a las poblaciones.

Los incendios forestales tienen un impacto devastador. Una de las consecuencias más visible es la destrucción del ecosistema y del paisaje. Asimismo, la vegetación destruida aportaba oxígeno, capturaba CO2, sostenía el suelo y daba cobijo y alimento a una gran variedad de organismos.

(SERVIMEDIA)
03 Jul 2019
ICG/caa