Energía
Brufau sostiene que España “no es tan relevante” como para poder liderar la lucha contra el cambio climático en Europa
- Advierte de que la economía europea ya sufre “las consecuencias negativas de las decisiones tomadas en relación con la transición energética”
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El presidente de Repsol, Antonio Brufau, cuestionó este viernes la intención del Gobierno de que España lidere la lucha contra el cambio climático en Europa, porque considera que “no somos tan relevantes para tener tanta influencia”.
Así se expresó Brufau en su discurso en la Junta General Ordinaria de Accionistas de la compañía, donde criticó el peso “de la ideología y de la influencia de los clásicos grupos de interés” en España. “Hay demasiadas voces opinando”, sentenció.
Para Brufau, el proceso de transición ecológica debería “combinar la reducción de los gases con la reconstrucción del tejido industrial”, con una propuesta “ordenada y posibilista con nuestro modelo económico y con sentido de Estado y de futuro”.
A este respecto, señaló que la propuesta de reducción de emisiones contenida en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima supone una reducción del 33% de las emisiones en España hasta 2030, 2,4 veces más de lo exigido por la Comisión Europea.
“Esta propuesta es de admirar, pero la cosa es si lo podremos hacer y cuáles van a ser los costes”, prosiguió Brufau, quien pidió que “seamos prudentes porque si los otros no nos siguen, no conseguiremos solucionar el problema y sufriremos aspectos negativos”.
El presidente de Repsol hizo especial hincapié en el impacto en la industria española y señaló que puede ser que se dejen de fabricar algunos productos, como por ejemplo el aluminio, para tener que importarlos de países como Turquía, que para fabricarlos deberán producir las emisiones que se dejan de generar en España.
“El liderazgo de España no es suficiente para hacer cambiar el sentimiento de muchos países de la UE”, reiteró Brufau, quien apuntó que hay 11 países que se niegan a abandonar el carbón en 2030 y que Alemania pretende hacerlo en 2038.
Brufau también trasladó sus advertencias a Europa. De hecho, sostuvo que “empezó a ver ya las consecuencias negativas de las decisiones tomadas en relación con la transición energética”, concretamente por el impacto en el PIB de los problemas del sector del automóvil en 2018.
Por ello, aunque admitió que “es evidente que estamos inmersos en un proceso de calentamiento del planeta y que todos los agentes tenemos que luchar para revertir esta tendencia”, advirtió de que “la sensibilidad que hay en Europa no se traslada a otras regiones donde su prioridad es el crecimiento económico y sacar de la pobreza a sus ciudadanos”.
En esta línea, denunció que el año pasado, pese a “la ida y vuelta de objetivos, ambiciones y deseos, el planeta ha continuado aumentando las emisiones un 2% porque el debate de descarbonización de la economía es muy relativo y va por regiones”.
Concluyó afirmando que “el liderazgo de la UE es enormemente importante, pero no es suficiente, porque hay muchos países que no necesariamente tienen las mismas sensibilidades que Europa”.
(SERVIMEDIA)
31 Mayo 2019
JBM/caa