Víctimas de abusos creen que ha llegado “el momento” de “limpiar” la Iglesia
- Juan Carlos González, una de las víctimas de abusos de la Iglesia, ha participado en una jornada organizada por la Conferencia Episcopal, Confer y Escuelas Católicas
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Juan Carlos González, víctima de abusos, señaló este miércoles que ha llegado “el momento” de “limpiar” la Iglesia y trasladó la dificultad que supone para personas como él “no saber qué hacer con su dolor”.
Así se pronunció en el transcurso de una jornada sobre abusos de poder, de conciencia y sexuales organizada por la Conferencia Episcopal, Confer y Escuelas Católicas y en la que lamentó que la institución “tampoco sabe qué hacer con el dolor de la víctima y la sociedad tampoco”. “La herida sangra y cualquier detalle nos duele, nos duele que se nos catalogue como presuntas víctimas”, manifestó.
González reconoció que las víctimas necesitan “la verdad” que, a su juicio, “está hecha de humildad y de desnudez”. “Poner a disposición de las autoridades a los agresores es básico, pero no suficiente, es imposible que nada nos resarza plenamente”, dijo, al tiempo que estimó que la necesidad de conocer la verdad “se impone” y que dicha verdad “es difícil que sea estática”.
Por su parte, las entidades organizadoras instaron a poner “los medios necesarios” para acabar con unos episodios que les “afectan como Iglesia”. El secretario general de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, realizó un “llamamiento” a “caminar juntos” y mostró su deseo de “cumplir la vocación de ser luz”. “Cuando la lámpara está manchada es difícil que pueda iluminar y que nosotros podamos ver lo que acontece alrededor”, abundó.
Argüello apostó por “un proceder unitario” de la Conferencia Episcopal “en el principio de colaboración con la justicia”. “Este procedimiento trata de asegurar la búsqueda de la verdad”, prosiguió, para hacer “un llamamiento para que caminemos juntos” y a “poner sobre la mesa lo mucho que ya hay y desde ahí aprender juntos y ayudarnos unos a otros”.
Por su parte, la presidenta de Confer, Mariña Ríos, expresó su “deseo” de ayudarse “para hacerlo adecuadamente”. “Nos vemos afectados no solo como esta o aquella institución, sino como Iglesia”, insistió, al tiempo que subrayó que, “como Iglesia” han de poner “los medios necesarios para afrontar las situaciones que se han dado, para garantizar y trabajar juntos”.
En la misma línea, el secretario general de Escuelas Católicas, José María Alvira, compartió su “consternación” ante estos hechos e indicó la necesidad de “ser claros ante la universalidad de esta plaga”. “Nos preocupan los abusos en el conjunto de la sociedad”, agregó, al tiempo que puntualizó que el “objetivo” de la Iglesia es “escuchar, tutelar, proteger y cuidar a los menores abusados allá donde se encuentren”. “La Iglesia tiene que estar por encima de las polémicas y ha llegado la hora de colaborar juntos”, resolvió.
A lo largo del encuentro se desarrollaron dos mesas de experiencia, la primera de ellas protagonizada por la secretaria general de la Asociación Betania, Covadonga Orejas, y el presidente de Escuelas Católicas, Juan Carlos Pérez Godoy.
Orejas destacó que el “mensaje” de Betania es “estamos aquí para vosotros”. “La palabra acompañamiento es la clave y apoyamos a quienes quieran informar y denunciar”, aseveró.
“No queremos que el tiempo se convierta en una excusa para no afrontar algo de lo que todos nos sentimos responsables”. “La resolución que podamos dar a las víctimas es el compromiso por una conversión personal y colectiva y la humildad de aprender, escuchar y asistir a los más vulnerables”, añadió, para, a continuación, señalar que su objetivo es “el objetivo de la Iglesia”.
La organización que preside “quisiera poder pedir perdón una a una, a cada víctima, mirándolas a los ojos”. “Reiteramos nuestra firme disposición para reparar el mal causado”, concluyó.
En la segunda mesa de experiencias participaron, entre otros, el misionero y sacerdote Luis Alfonso Zamorano, quien valoró que las víctimas “necesitan sentirse abrazadas por la madre Iglesia”. “Tenemos pena, vergüenza, compasión e indignación”, confesó, al tiempo que defendió que a la víctima “le será muy difícil sanar si seguimos protegiendo al abusador”.
“No hay sanación posible mientras la persona acusada siga campando a sus anchas, o con castigos que mucha gente ni entiende”, espetó.
En el mismo sentido, la directora de Comunicación Institucional en España del Regnum Christi, Amalia Casado, y el Padre Aaron Smith, director de Comunicación Internacional de esta organización, hicieron una exposición conjunta de los aprendizajes y errores que han cometido en los casos más conocidos de abusos.
“Hemos hecho sufrir a la iglesia y a la sociedad y no hemos sabido cómo tratar a las víctimas”, asumió Smith, para quien “tiene que producirse un cambio de mentalidad”.
Ambos afirmaron que “durante muchos años ignoramos a las víctimas, no las creíamos” y que resulta “muy difícil comunicar desde la propia identidad cuando se niega la verdad”.
“Las víctimas son parte de nosotros, no podemos desprendernos de ellas como si fueran prescindibles, no hay futuro para la institución sin ellas y no hay memoria de la institución, sin su memoria”, finalizaron.
(SERVIMEDIA)
29 Mayo 2019
MJR/gja