Antes de entrar en la sesión constitutiva de la legislatura, Borràs denunció una vez más “la vergüenza de la democracia española” por tener a Jordi Sànchez, Jordi Turull y Josep Rull “custodiados” policialmente hasta la hora de comienzo del Pleno, sin permitirles reunirse con sus compañeros ni pasear por el Congreso hasta entonces.

“Les quieren silenciados, invisibles”, denunció, por lo que, para contrarrestarlo, sus compañeros ya les habían reservado tres sitios en primera fila. Según dijo, se habían podido presentar a las elecciones y, en cambio, “no pueden ejercer sus derechos plenamente”. Por eso, apuntó que ahora se verá “si son derechos de verdad o son derechos ‘fake’ propios de una democracia ‘fake’”.

La Mesa del Congreso tendrá que pronunciarse sobre si Sànchez, Turull y Rull, al igual que Oriol Junqueras de ERC, podrán ejercer su función como diputados o los suspende debido a su condición de procesados y presos preventivos.