En dichas intervenciones, que tuvieron lugar el pasado mes de enero, detectaron la utilización del denominado método “gancho perdido” o “gancho ciego”, informó este jueves la Delegación del Gobierno en País Vasco.

Este ‘modus operandi’ consiste en que los narcotraficantes se valen de la cobertura de empresas solventes para ocultar la droga entre la carga legal y proceden a su extracción en algún punto del trayecto antes de su llegada al destinatario final.

En este caso, aplicando criterios preventivos de análisis de riesgos, se inspeccionaron varias partidas de pimientos procedentes del país Latinoamericano. En una primera actuación fueron intervenidas 4 tabletas, y posteriormente, en un segundo contenedor, 14 tabletas de una sustancia que, realizadas las pruebas pertinentes, resultó ser cocaína de gran pureza con un peso aproximado de 18 kilos.

Los mismos efectivos detectaron en los meses de abril y marzo a tres pasajeros que ocultaban en sus equipajes importantes cantidades de sustancia estupefaciente. En un caso, durante el control de equipajes, localizaron una maleta con un doble fondo que ocultaba, perfectamente disimulados, varios objetos recubiertos de plástico en forma de planchas, en cuyo interior se halló una sustancia que resultó ser cocaína con un peso aproximado de 2,6 kilos, y detuvieron a su portador, un ciudadano de origen brasileño.

Varios días después, aunque coincidiendo con el mismo vuelo, los guardias civiles realizaron una inspección de los equipajes al detectar maletas sospechosas con el resultado de encontrar 3,5 y 3,7 kilos en dos maletas, escondidos en un doble fondo. Los viajeros que portaban las maletas, un varón y una mujer de origen brasileño, que aparentemente viajaban por separado, fueron detenidos y puestos a disposición judicial.

Con todas estas actuaciones, los efectivos de Vigilancia Aduanera y Guardia Civil han incautado un volumen de cocaína que habría alcanzado en el mercado ilícito una valoración superior a un millón de euros.